consideren capaces de resistir y matar a mas de
5,000 hombres que tiene la villa; esto fuera lo mismo que intentar una
hormiga hacer frente a un leon." Pero como eran otros los principios de
aquel motin, de nada sirvieron estas solidas razones para contenerle,
antes bien se aumentaron los corrillos en las esquinas de las calles y
plaza publica, creciendo el cuidado, por haber encontrado un pedazo de
carta de Fray Bernardino Gallego, en que avisaba a su hermano, Fray
Feliciano, que indefectiblemente la noche del 10 seria invadida la villa
por los indios Challapatas, pero que no tuviesen cuidado, que el fin era
quitar la vida al corregidor y oficiales reales. Tales indios no
parecieron aquella noche, y averiguada la verdad, muchos dias despues se
supo no pensaron en venir por entonces, y que solo habia sido ardid para
aumentar el temor y la confusion.
A las 4 de la tarde mando el corregidor tocar llamada, para que las
milicias se juntasen; en efecto obedecieron, siendo muy pocos los que
hicieron falta; pero con la circunstancia de no querer entrar en el
cuartel, y si mantenerse divididos en trozos por las esquinas de la
plaza, hablando entre ellos de la supuesta traicion, y lo que habian de
practicar; y no descuidandose Pagador en su comision, recordo los hechos
de Jose Gabriel Tupac-Amaru, apoyando su conducta contra el Soberano,
las vejaciones que sufrian por el mal gobierno de sus ministros, los
insoportables pechos, que con motivo de la guerra con los ingleses,
imponian a los pueblos, y otras razones eficaces para conducir los
animos al fin que se habia propuesto. El corregidor, procuraba
reducirlos, ya con suavidad, ya con amenazas; pero nada bastaba, y, solo
pudo conseguir le ofreciesen, se mantendrian en la plaza, esperando a
los indios que amenazaban invadir la villa aquella noche: y para que no
quedase medio que emplear, se convido a dormir con ellos, y que cuando
se verificase la conjuracion de los europeos, sacrificarian primero su
vida antes que permitir pereciese ninguno de los soldados. Pero como
faltaba ya la razon, y empezaban a descubrir su mala intencion, lejos de
producir los buenos efectos que se prometia de esta sumisa oferta, solo
sirvio para que se insolentasen mas. Rogabales humildemente, y procuraba
disuadirlos de las supuestas quejas con los europeos: deciales que todo
era falso e inventado por la malicia de los que les persuadian lo
contrario; pero mas irritados con estos medios de suavidad, emp
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