noticia de aquella catastrofe memorable.--?No saben ustedes?
Pues no hay mas sino que manana habra procesion civica en honor de
Riego, cuyo retrato sera paseado por todas las calles de la Corte.
--Bien, bien--dijo uno de los oyentes.--?Ibamos a consentir que se
maltratara al heroe de las Cabezas, al fundador de las libertades
de Espana?
--Pues lo grave es que el Gobierno esta decidido a que no haya
procesion. Pero es cosa decidida. La _Fontana_ lo ha resuelto y se hara:
ya esta preparado el retrato. Y por cierto que es una linda obra: esta
representado de uniforme, y con el libro de la Constitucion en la mano.
iGran retrato! Como que lo hizo mi primo, el que pinto la muestra del
cafe _Vicentini_.
--?Y el Gobierno prohibe la fiesta?
--Si: no le gustan esas cosas. Pero habra procesion o no somos
espanoles. El Gobierno la prohibe.
En efecto: en aquel momento las esquinas recibian un emplasto oficial,
en que se leia el bando prohibiendo la fiesta preparada por los clubs
para el siguiente dia. La tropa estaba sobre las armas.
--Y esta noche tenemos gran sesion en la _Fontana_.
--Mira, Perico, guardame un buen sitio esta noche--dijo un joven que
formaba parte del grupo;--guardame un puesto, que tengo que ir esta noche
a primera hora al parador del _Agujero_ a recibir unos amigos que vienen
de Zaragoza.
Y despues anadio con misterio, dirigiendose a otros dos o tres que
parecian amigos suyos:
--Buenos chicos aquellos chicos de Zaragoza, de que os he hablado. Esta
noche llegan. Son del club republicano de alla. Buenos chicos.
El grupo se disolvio; al mismo tiempo, la siniestra figura de
Tres Pesetas cruzaba por la calle, unida a la no menos desapacible de
Chaleco.
Del grupo salieron tres jovenes de los que hablaron anteriormente. Eran
tres mancebos como de veinticinco anos. No podemos llamarles lechuguinos
netos; pero tampoco podia decirse de ellos que carecian de toda
distincion y elegancia. Eran amigos intimos, que compartian sus fatigas
y sus goces, las fatigas de la pobreza estudiantil y loa goces del aura
popular, conquistada con articulos de periodicos y discursos en el club.
El uno era un joven de familia distinguida, segundon, a quien habian
mandado a estudiar Canones y sagrada Teologia en Salamanca, con el
objeto de que fuera sacerdote y disfrutara unas pinguees capellanias que
habian pertenecido a un su tio, chantre de la catedral de Calahorra.
Capellan te vean mis ojos, que obispo como tener
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