FREE BOOKS

Author's List




PREV.   NEXT  
|<   251   252   253   254   255   256   257   258   259   260   261   262   263   264   265   266   267   268   269   270   271   272   273   274   275  
276   277   278   279   280   281   282   283   284   285   286   287   288   289   290   291   292   293   294   295   296   297   298   299   300   >>   >|  
--iSaco _e_ demonios!--dijo el otro, enarbolando el palo. No sabemos como concluyo la pendencia, porque hemos de seguir a Clara; y esta, en cuanto se vio libre de la zarpa de la dama de Juan Mortaja, se escapo ligeramente, y a buen paso, seguida siempre de Batilo, llego a la plazuela del Angel. La desventurada no sabia ya que partido tomar; se horrorizaba al pensar que entre los miles de habitantes de este enjambre no habia uno que le dijera el nombre de la calle donde estaba el unico asilo que podia acojer a la huerfana abandonada, sola, injuriada, medio muerta de miedo y dolor. Creyo que Dios la abandonaba o que no habia Dios; que su destino la obligaba a optar entre la inquisicion espantosa de las dos Porrenas, y aquel abandono, aquel vagar por un desierto, repelida por todos o solicitada por la depravacion o el vicio. Se decidio a hacer otra tentativa. Detuvose ante un hombre que, con un farol y un gancho, revolvia escombros, y le hizo su pregunta. --?La calle del Humilladero?--dijo el trapero, incorporandose y haciendo con el gancho ciertos movimientos semejantes a los que hace con su varilla un director de orquesta.--Esa calle esta ... Voy a darle a usted una receta para que la encuentre en seguida. Pues eche usted a andar ... y vaya mirando con atencion los letreros de todas las calles. ?Sabe usted leer? --Si, senor--dijo Clara. --Pues cuando usted vea un letrero que diga asi: "calle del Humilladero", alli _mesmo_ es. El trapero se quedo muy satisfecho de su apotegma, y volviendo a inclinarse, enterro su gancho investigador en el monton de inmundicia que delante tenia. Clara se retiro muy angustiada; y principiando a perder ya el conocimiento exacto de su desventura, hallabase proxima a entrar en ese periodo de atonia que precede a las grandes enajenaciones. Dirigio de nuevo mentales suplicas a Dios y a la Virgen para que la sacaran de aquella situacion; y aun rezaba, cuando vio llegarse hacia ella a una persona que le inspiro mucha confianza. Dio algunos pasos hacia aquella persona, que era un clerigo de mas que mediana edad, gordo y pequeno. Venia con su rosario en la mano y la vista fija en el suelo. La huerfana respiro con tranquilidad, porque aquel personaje venerable que tenia ante si debia de ser un santo varon, de esos cuyo fin en la tierra es consolar a los afligidos y ayudar a los debiles. CAPITULO XXXVIII #Continuacion del "via-crucis".# Parecia el clerigo hombre peque
PREV.   NEXT  
|<   251   252   253   254   255   256   257   258   259   260   261   262   263   264   265   266   267   268   269   270   271   272   273   274   275  
276   277   278   279   280   281   282   283   284   285   286   287   288   289   290   291   292   293   294   295   296   297   298   299   300   >>   >|  



Top keywords:

gancho

 

hombre

 
clerigo
 

persona

 

Humilladero

 
aquella
 
cuando
 
seguida
 

porque

 

huerfana


trapero
 

principiando

 

desventura

 
periodo
 
atonia
 
exacto
 
angustiada
 

perder

 

proxima

 
entrar

conocimiento

 

hallabase

 

inclinarse

 

letrero

 

letreros

 
calles
 

investigador

 

enterro

 

monton

 

inmundicia


delante

 

precede

 
volviendo
 

satisfecho

 

apotegma

 

retiro

 

llegarse

 
venerable
 

respiro

 

tranquilidad


personaje

 

Continuacion

 

crucis

 

Parecia

 

XXXVIII

 
CAPITULO
 
consolar
 

tierra

 

afligidos

 

ayudar