humanas por su fortaleza,
son mucho mas perfectas.
--?Perfectas? iQue loco es usted! ?Y que ha dicho usted de flaquezas?
?Llama usted flaquezas a la verdad de nuestra naturaleza, que se
manifiestan como Dios las ha criado?
El aturdimiento del joven no tuvo limites.
--Aspirar a hacer la felicidad--continuo ella--de muchos seres por el
amor y los lazos de la familia, ?es eso lo que usted llama flaquezas?
--No, senora; eso no.
--iOh! Usted se va a asustar de lo que le voy a decir. No lo creera
usted; es inconcebible.
Lazaro, que creia ya que dona Paulita Porreno no podia decir nada mas
inconcebible, temblo ante la promesa de nuevas y mas extranas
confidencias.
--Para realizar la felicidad y la paz con que yo he sonado, no basta el
amor; es decir, que para evitar mil irregularidades y disgustos es
necesaria ademas otra cosa. Cuando en la vida ocurren dificultades, el
mutuo amor se ve diariamente acibarado. Tiembla el uno por el otro;
tiemblan los dos por los hijos; la felicidad se ve comprometida a cada
instante; asusta el dia de manana; se tienen remordimientos de haberse
unido. Yo he comprendido esto a fuerza de imitacion, y tambien me parece
que lo he leido en no se que libro.
--Es verdad, senora; yo comprendo lo que usted quiere decir--observo
Lazaro, admirado de tanta sabiduria.
--Pues yo voy a decir a usted una cosa que le sorprendera mucho,
Lazaro--dijo Paulita, dirigiendo hacia el joven toda la melancolia y el
suave interes de su mirada. Voy a decirle a usted una cosa que le
sorprendera sobremanera: yo soy rica.
Efectivamente, Lazaro se quedo absorto.
--Si--continuo ella,--yo soy rica. Usted se maravilla. Conociendo la
vida que llevamos ... Este es un secreto que solo confio a quien debo
confiarlo: a usted, unica persona que ... El uso que yo pienso hacer de
esa riqueza, ya usted lo ha comprendido. Yo no debo hacer declaraciones
innecesarias. Nosotros nos hemos comprendido, hemos confundido nuestros
propositos en uno solo, ?no es verdad?
--Si, senora--dijo Lazaro, por contestar de algun modo a aquella
profundisima y grave pregunta.
--Yo soy rica. Hace poco hubiera dejado perder mi fortuna sin cuidado
ninguno. Siempre he despreciado todo eso. Pero hoy no; hoy pienso en ese
tesoro como un medio de vida. Para mi nada quiero; pero los hombres que
tienen ambicion necesitan todo eso. Lo necesitamos, ?no es cierto?
Lazaro, despues de un momento de angustiosa vacilacion, dijo otra vez:
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