s Bozmediano muy
cordialmente y un tanto conmovido, y partio el coche por la ronda
para tomar la carretera de Aragon.
Tantas precauciones no eran inutiles, y es seguro que sin ellas habrian
tenido los fugitivos un mal encuentro, y quizas alguna desventurada
aventura que hubiera desviado las cosas del buen camino que llevaban. La
inquietud de Lazaro y los sustos de Clara no concluyeron hasta mas alla
de Alcala; y habia realmente motivo para ello, porque el jurar de
Coletilla contra su sobrino era tal (segun informes adquiridos por el
autor), que habia jurado quitarle la vida. Pero Dios lo dispuso de otra
manera, y llevo sanos y contentos a la villa aragonesa a los dos
principales personajes de esta veridica historia, los cuales, una vez
descansados del viaje y repuestos del susto, no pensaron mas que en
casarse; acertada idea que a toda persona en aquellas circunstancias se
le hubiera ocurrido. En ningun apunte de los que el autor ha tenido a la
vista para su trabajo consta el dia en que se casaron; pero esta probado
que no esperaron mucho tiempo, y que tuvieron venturosa sucesion. De
esto son pruebas evidentes varios mocetones que, anos adelante, vieron
Bozmediano y el autor en un viaje que hicieron a un lugar de Aragon para
asuntos que no vienen al caso.
Como se acomodo Lazaro en su pueblo y que medios de subsistencia pudo
allegar, es cosa larga de contar. Baste decir que renuncio por completo,
inducido a ello por su mujer y por sus propios escarmientos, a los
ruidosos exitos de Madrid y a las lides politicas. Tuvo el raro talento
de sofocar su naciente ambicion y confinarse en su pueblo, buscando en
una vida obscura, pacifica, laboriosa y honrada la satisfaccion de los
mas legitimos deseos del hombre. Ni el ni su intachable esposa se
arrepintieron de esto en el transcurso de su larga vida. Asi, en tan
dilatado periodo, el nombre de nuestro amigo, que habia estado en
candidatura, digamoslo asi, para entrar en la celebridad, no figuro en
la _Guia Oficial_, ni en listas de funcionarios, ni en corporaciones, ni
en juntas, ni en nada que pudiera hacerle traspasar las fronteras de
aquel reducido termino de Ateca. Con paciencia y trabajo fue
alimentando la exigua propiedad de sus mayores, y llego a ser hombre de
posicion desahogada.
Asi me lo ha contado Bozmediano, de quien recibi tambien noticias muy
interesantes de los demas personajes de esta historia. Especial deseo
tenia yo de saber algo de Coletilla; y un dia que
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