domador estuvo
vacia. El domingo, los saltimbanquis hicieron dar un bando por el
pregonero diciendo que representarian un numero extraordinario e
interesantisimo. Martin se lo dijo a su madre y a su hermana. La chica
se asustaba al escuchar el relato de las fieras y no quiso ir.
Acudieron solo la madre y el hijo. El numero sensacional era la lucha de
la Linda con el oso. La chiquilla se presento desnuda de medio cuerpo
arriba y con unos pantalones de percal rojo. Linda se abrazo al oso y
hacia que luchaba con el, pero el domador tiraba a cada paso de una
cuerda atada a la nariz del plantigrado.
A pesar de que la gente pensaba que no habia peligro para la nina,
producia una horrible impresion ver las grandes y peludas garras del
animal sobre las espaldas debiles de la nina.
Despues del numero sensacional que no entusiasmo al publico, entro la
mujer en la jaula del leon.
La fiera debia estar enferma, porque la domadora no hallo medio de que
hiciese los ejercicios de costumbre.
Viendo semejante fracaso el domador, poseido de una rabiosa furia, entro
en la jaula, mando salir a la mujer y empezo a latigazos con el leon.
Este se levanto ensenando los dientes, y lanzando un rugido se echo
sobre domador; el viejo ayudante metio, por entre los barrotes de la
jaula, una palanca de hierro para aislar el hombre de la fiera, pero con
tan poca fortuna, que la palanca se engancho en las ropas del domador y
en vez de protegerle le inmovilizo y le dejo entregado a la fiera.
El publico vio al domador echando sangre, y se levanto despavorido y se
dispuso a huir.
No habia peligro para los espectadores, pero un panico absurdo hizo que
todos se lanzasen atropelladamente a la salida; alguien, que luego no se
supo quien fue, disparo un tiro contra el leon, y en aquel momento
insensato de fuga resultaron magullados y contusos varias mujeres y
ninos.
El domador quedo tambien gravemente herido.
Dos mujeres fueron recogidas con contusiones de importancia, una de
ellas, una vieja de un caserio lejano que hacia diez anos que no habia
estado en Urbia, la otra, la madre de Martin, que ademas de las
magulladuras y golpes, presentaba una herida en el cuello, ocasionada,
segun dijo el medico, por un trozo del barrote de la jaula, desprendido
al choque de la bala disparada por una persona desconocida.
Se traslado a la madre de Martin a su casa, y fuera que las contusiones
y la herida tuviesen gravedad, fuera como dijeron algunos que
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