igais a esos, pero yo he visto las colas en la cocina.
Poco despues, Fernando comia solo y tenia liebre y carnero de sobra. Al
anochecer, salieron del pueblo todos, algo borrachos, y alguno se paro a
echar la papilla en el camino.
--Es el perro, que le ha hecho dano--decian unos, burlandose.
--Es el gato--decian los otros.
Y nadie queria decir que era el vino.
--Companeros--dijo Fernando--, cuando se come gato y perro juntos no
pasa nada. Ellos rinen en el interior como perros y gatos, pero le dejan
a uno en paz."
La muchacha de la risa aguda rio de nuevo y el campesino comenzo a
contar otra anecdota, diciendo:
--No estuvo mal tampoco la manera como Fernando deshizo la boda entre un
zapatero rico de Tolosa y una novia suya.
--A ver, a ver como fue--dijeron todos.
"--Pues estaba Fernando de aprendiz en la zapateria del difunto
Ichtaber, _el Chato de Tolosa_, y no se si vosotros sabreis, pero
Ichtaber era un zapatero viejo y muy rico. Tenia Fernando de novia una
chica muy guapa, pero Ichtaber, _el Chato_, al verla la empezo a
cortejar y a decir si se queria casar con el, y, como era rico, ella
acepto. Solian verse la muchacha y el viejo en la zapateria, y el
granuja de Ichtaber, para estar mas libre, mandaba a Fernando, con
cualquier pretexto, a la trastienda. El hacia como que no se incomodaba,
pero se vengo. Fue a ver a su novia y hablo con ella.
--Si--la dijo--. Ichtaber es buena persona y hombre de fortuna, es
verdad, pero como es zapatero y chato y ha andado toda la vida con
pieles, huele muy mal.
--iMentiroso!--dijo ella.
--No, no, fijate. Ya veras.
Fernando fue a la zapateria, cogio un fuelle grande y lo relleno de esa
casca que queda despues de curtidos los pellejos y que huele que apesta;
luego hizo un agujero en el tabique de la trastienda y espero la ocasion
oportuna. Por la tarde llego la chica, e Ichtaber dijo a su aprendiz:
--Oye, Fernando, vete a la trastienda un momento a arreglar esas hormas
que hay en la caja.
Salio Fernando; tomo el fuelle. Miro por el agujero. Ichtaber estaba
besando la mano de la chica; entonces le apunto a ella con el fuelle y
metio por el agujero del tabique una corriente de aire de mal olor.
Cuando Fernando miro despues, Ichtaber _el Chato_ estaba con la mano en
sus diminutas narices y la muchacha lo mismo.
Luego Fernando siguio dandole al fuelle con intermitencias, hasta que se
canso.
Dos dias despues, fue de nuevo la chica y le paso lo mismo
|