ndo los comentarios a la vida de don Teodosio, cuando se
presento en la venta un senor rubio, que, al ver a Bautista y a Martin,
se les quedo mirando atentamente.
--iPero son ustedes!
--Usted es el de...
--El mismo.
Era el extranjero a quien habian libertado de las garras del cura.
--?A que vienen ustedes por aqui?--pregunto el extranjero.
--Vamos a Estella.
--?De veras?
--Si.
--Yo tambien. Iremos juntos. ?Conocen ustedes el camino?
--No.
--Yo si. He estado ya una vez.
--Pero, ?que hace usted andando siempre por estos parajes?--le pregunto
Martin.
--Es mi oficio--le dijo el extranjero.
--Pues, ?que es usted, si se puede saber?
--Soy periodista. La fuga aquella me sirvio para hacer un articulo
interesantisimo. Hablaba de ustedes dos y de aquella senorita morena.
iQue chica mas valiente, eh!
--Ya lo creo.
--Pues, si no tienen ustedes reparo, iremos juntos a Estella.
--?Reparo? Al reves. Satisfaccion y grande.
Quedaron de acuerdo en marchar juntos.
A las siete de la manana, hora en que empezo a aclarar, salieron los
tres, atravesaron el tunel de Lizarraga y comenzaron a descender hacia
la llanada de Estella. El extranjero montaba en un borriquillo, que
marchaba casi mas deprisa que los matalones en que iban Martin y
Bautista. El camino serpenteaba subiendo el desnivel de la sierra de
Andia.
Atravesaron posiciones ocupadas por batallones carlistas. Entre los
jefes habia muchos extranjeros con flamantes uniformes austriacos,
italianos y franceses, un tanto carnavalescos.
A media tarde comieron en Lezaun y, arreando las caballerias, pasaron
por Abarzuza. El extranjero explico al paso la posicion respectiva de
liberales y carlistas en la batalla de Monte Muru y el sitio donde se
desarrollo lo mas fuerte de la accion, en la que murio el general
Concha.
Al anochecer llegaron cerca de Estella.
Mucho antes de entrar en la corte carlista encontraron una compania con
un teniente que les ordeno detenerse. Mostraron los tres su pasaporte.
Al llegar cerca del convento de Recoletos, era ya de noche.
--?Quien vive?--grito el centinela.
--Espana.
--?Que gente?
--Paisanos.
--Adelante.
Volvieron a mostrar sus documentos al cabo de guardia y entraron en la
ciudad carlista.
CAPITULO IX
COMO MARTIN Y EL EXTRANJERO PASEARON DE NOCHE POR ESTELLA
Y DE LO QUE HABLARON
Pasaron por el portal de Santiago, entraron en la calle Mayor y
preguntaron en la posada
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