muro Martin.
--?Cual?--pregunto el extranjero.
--La jota. La encuentro como una cosa petulante. Me parece que le estoy
oyendo hablar a ese viejo navarro de la posada. El que la canta quiere
decir: "Yo soy mas valiente que nadie, mas noble que nadie, mas heroico
que nadie."
--?Y estos no son mas valientes que los demas espanoles?--pregunto el
extranjero maliciosamente.
--No lo se; yo no lo creo, por lo menos. Yo, ahora mismo, si tuviera
quinientos hombres tomaba Estella por asalto y le pegaba fuego.
--iJa! iJa! Es usted un hombre extraordinario.
--Es que lo digo porque lo creo.
Yo tambien lo creo, y siento que no tenga usted los quinientos hombres.
?Y que decia usted de la gente del Ebro?
--Nada, que han decidido ellos mismos que son los unicos francos, los
unicos leales, porque hablan muy en bruto y cantan la jota.
--?De manera que para usted este canto es como una falsificacion del
valor y de la energia?
--Si, algo asi.
--Esta bien. Lo dire en mi proxima cronica. ?No le parece a usted mal
que me sirva de sus opiniones?
--De ningun modo, porque a mi no me sirven para nada.
Siguieron paseando, pero al alejarse un poco, un centinela les dio el
alto y volvieron a la plaza. Se hallaba esta solitaria.
Dieron varias vueltas y un sereno les saludo y les dijo:
--?Que hacen ustedes aqui?
--?No se puede pasear?--pregunto Zalacain.
--Hombre, si; pero no es una hora muy a proposito.
--Es que hemos cenado tarde y estabamos dando una vuelta--dijo el
extranjero--no quisieramos acostarnos tan pronto.
--?Por que no van ustedes alli?--dijo el sereno, senalando los balcones
de una casa que brillaban iluminados.
--?Que es lo que hay alli?--pregunto Martin.
--El Casino--contesto el sereno.
--?Y que hacen ahora?--dijo el extranjero.
--Estaran jugando.
Se despidieron del vigilante nocturno y dejaron la plaza.
Despues, dando un rodeo, salieron al paseo de Los Llanos. Una campana de
un convento comenzo a tocar.
--Juego, campanas, carlismo y jota. iQue espanol es esto, mi querido
Martin!--dijo el extranjero.
--Pues yo tambien soy espanol y todo eso me es muy antipatico--contesto
Martin.
--Sin embargo, son los caracteres que constituyen la tradicion de su
pais--dijo el extranjero.
--Mi pais es el monte--contesto Zalacain.
CAPITULO X
COMO TRANSCURRIO EL SEGUNDO DIA EN ESTELLA
Conformes Martin y Bautista, se encontraron en la plaza. Martin
considero que no convenia
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