scurrir, queda con desconfianza y temor (en latin
_formido_), y este conocimiento es el que se llama _opinion_: de modo
que la opinion es un concepto mental con que el hombre no ve, ni
descubre claramente su conformidad con las primeras verdades. Mas si
llega a entrever la conformidad de lo que busca con los primeros
principios, se llama este concepto _verosimil_, y si se puede fortalecer
con argumentos se llama _probable_, bien que siempre queda en la esfera
de dudoso, lo que no puede demostrarse por sus principios fundamentales.
De dos maneras se forman las opiniones. El un modo es quando hay
principios que pueden servir para la certidumbre, y el entendimiento, o
no los alcanza, o no ve los medios de llegar a ellos. Los que en las
Ciencias estudian poco y sin buena guia, aunque ellas prestan principios
fundamentales, se gobiernan por meras opiniones, porque ni saben los
principios, ni pueden enlazar sus conceptos con las verdades
fundamentales. Lo mismo sucede a los que quieren hablar de las Artes,
que no profesan, ni conocen; porque ?como pueden fundar sus discursos en
un asunto, en que ignoran los principios, que han de servir de basa a
sus razonamientos, y los medios de enlazar estos principios con sus
conceptos? Si los hombres se contuvieran en los limites de la razon, no
serian tan temerarios en juzgar de lo que no entienden, y dexarian que
cada cosa la manejasen los que son verdaderamente peritos en ella. En
los poderosos es donde esta mas arraigado este defecto. Crece en ellos
el amor propio con el poder, y como son superiores a los demas en la
autoridad, lo quieren ser tambien en el entendimiento, siendo asi que
este no reconoce otra superioridad que la de la razon. El hombre
mientras pueda no ha de gobernarse por opiniones, y debe aspirar a la
demostracion, para esto es menester que se instruya en los principios
fundamentales del saber, que procure conocer las cosas, y formar
difiniciones, y divisiones de ellas, que trabaje en descubrir sus
causas, y en distinguirlas por sus propios signos, y asi de grado en
grado ir caminando hasta hermanar sus conceptos con las verdades
primitivas. Si esto se hiciera asi, mayor sabiduria tendrian los
hombres; mas lo que sucede es, que por lo comun, y en las mas de las
cosas somos como una tropa de ninos, que creen haber en la cima de un
monte encumbrado y aspero frutas de su gusto, y no las pueden lograr,
porque ni tienen fuerzas, ni saben los caminos, quando los hay, para
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