cienda. Finalmente
importa mucho considerar, que para creer a los hombres, y seguir sus
opiniones, las hemos de hallar conformes con los principios
fundamentales de la razon humana: y nos ha de constar, que el que afirma
una cosa ha puesto la atencion necesaria para alcanzar la verdad de
ella, y que sabe hacer buen uso de los sentidos, y evitar los errores
que ocasionan las pasiones, la memoria, y la imaginacion, y usa de buena
Logica; y constandonos de todo esto, podremos inclinar nuestro asenso: y
hacerlo sin estas precauciones, es creer con ligereza. Por esto,
sabiendo que de ordinario los hombres se gobiernan mas por las pasiones,
y representaciones de la fantasia, que por la razon, no hemos de
creerlos sobre su palabra, sino sobre las pruebas que alegan.
[Nota a: _Cris. de Critices arte, pag. 146._]
[73] Muchas veces acontece, que damos asenso a las opiniones y
dictamenes de los hombres autorizados, o por su caracter, o por sus
riquezas, y en esto nos preocupamos facilmente, porque creemos que a las
dignidades, honras, y riquezas suele acompanar la ciencia, y la
inteligencia de las cosas; y aunque algunas veces andan juntas las
dignidades con los merecimientos, pero dexan de acompanarse en muchas
ocasiones, y esto nos puede hacer suspender el juicio[a]. Anadese, que a
los tales ordinariamente los juzgamos tan habiles como quisieramos ser
nosotros mismos; y ya noto muy bien Ciceron[b], que la autoridad que se
funda en los titulos, y dignidades es de poco peso para obligarnos al
asenso. La experiencia por otra parte muestra, que hombres constituidos
en grandes dignidades han adoptado opiniones ridiculas y vanisimas: y
discurriendo por la antigueedad, fuera facil traer a la memoria muchos
exemplos; de suerte, que apenas se hallara Ciencia alguna, en que no se
hayan extraviado sugetos de mucho caracter, admitiendo errores, y
propagandolos como verdades certisimas. La conclusion es, que el que
sepa evitar los errores de las pasiones, del ingenio, memoria, sentidos,
imaginacion, gobernandose con buena Logica, sera gran Critico, y
conocera los defectos literarios de los demas para enmendarlos, y no
caer en ellos.
[Nota a: _Dives loquutus est, & omnes tacuerunt, & verbum illius usque
ad nubes perducent. Pauper loquutus est, & dicunt: Quis est hic? Et si
offenderis, subvertunt illum._ Ecclesiastic. _cap. 13. vers. 28. & 29._]
[Nota b: _Persona autem non qualiscumque testimonii pondus habet; ad
faciendam enim fidem a
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