uicio y singular discernimiento, quiso asegurarse por si mismo, y
dixo a la Religiosa, que se hallaba con una alhaja muy estimable y de
gran valor, pero que para saber lo que debia hacer de ella lo preguntase
a Jesu-Christo, y con eso sabria que no podia errar. Tuvo la Religiosa
sus imaginadas habladurias, y dio de respuesta, que vendiese la alhaja y
la repartiese entre los pobres. El caso fue, que la alhaja de que
hablaba el Arzobispo era su alma, y si Jesu-Christo hubiera hablado con
la Monja, no le hubiera dicho que la diese a los pobres. Otra Religiosa
decia, que Dios todos los dias la subia hasta el Sol, y la hacia ver la
hermosura de aquel Planeta. Preguntola el mismo Prelado quan grande era
aquel Astro, y respondio que como un Cesto. Conocio claramente este
insigne Varon, que no eran otra cosa semejantes revelaciones, que
entusiasmos de imaginaciones valientes, y pervertidas. Para que esto no
cause dificultad, no hay mas que considerar la viveza con que la
imaginativa representa una cosa en los suenos. No parece sino que la
tenemos presente, y que en la realidad nos sucede lo que sonamos.
Entonces no obra el juicio ni la razon, y por eso no corregimos lo que
se nos presenta. Sucede, pues, en la vigilia, que la imaginacion
representa algunas cosas con la misma fuerza y tal vez mayor que en los
suenos: sucede tambien que el juicio no corrige a la fantasia, o porque
es pequeno, o por estar impedido de alguna enfermedad, y asi ocasiona la
imaginacion mil errores.
[Nota a: _Philosoph. Moral, cap. 6._]
[47] No pretendo con esto introducir la terquedad y obstinacion en no
creer estas cosas que pertenecen a revelaciones especiales, como hacen
algunos: intento solo descubrir la verdad, y deseo que se hagan los
hombres a exercitar la razon; y siempre tendre por prudencia desconfiar
de las relaciones de muchas personas devotas concernientes a este
asunto; y examinarlas con toda la diligencia posible para evitar el
error; porque algunas de estas revelaciones, o mejor imaginaciones, son
a la verdad inocentes, esto es, no incluyen cosa opuesta a los sagrados
dogmas, ni disciplina de la Iglesia; pero hay otras llenas de peligro,
y no fuera dificil mostrarlas en algunos libros donde se hallan
impresas. Por esta razon quisiera yo que algunos de los que trabajan
vidas de personas Venerables por su santidad y virtud, tuviesen mejor
gusto, y las escribiesen con mejor Logica. Alabo el zelo de semejantes
Escritores, pero no el juic
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