tiguos, hombres de grande ingenio y
juicio, de mucha erudicion y doctrina, y tambien entre los modernos; y
entre estos hallamos Sofistas, y no faltaron entre aquellos. Esto es lo
que dicta la buena Logica; pero hoy los literatos inclinan a lo moderno
con conocida preocupacion, la qual hace que se hable de los antiguos con
desprecio, sin haberlos leido. El juicio dicta, que tomemos de la
antigueedad los fundamentos de las Artes y Ciencias, pues que ellos las
establecieron, y procuremos instruirnos en lo que los modernos hayan
anadido con solidez a lo que ellos fundaron.
[99] La precipitacion del juicio se observa frequeentemente en el trato
civil, porque es muy comun juzgar de las cosas sin haberlas averiguado.
Uno disputa y se descompone por defender la Filosofia, que no ha visto.
Otro afirma que tal Autor lo dice, sin haberle leido. Qual apenas ha
oido una palabrita a otro, ya forma mil juicios. Qual por un
acaecimiento imprevisto, forma mil presagios. En efecto los juicios
temerarios casi siempre se hacen con precipitacion, porque se hacen sin
atender las circunstancias necesarias para juzgar; y si bien se repara,
en el trato civil se hallara, que son infinitos los juicios
precipitados. En los libros son tambien frequeentisimos, y cada dia vemos
contender los Autores reciprocamente sobre si es cierta la narracion, o
falsa la cita, y las mas de estas contiendas proceden de la
precipitacion del juicio. De la misma nacen a veces las alabanzas
vanisimas y los vituperios de los Autores; porque toma uno un libro en
la mano, y luego que empieza a leerle, encuentra una cosa que no le
satisface, y sin pasar mas adelante dice, que el libro no vale nada, que
es una friolera quanto el Autor escribe, y otras cosas semejantes. Por
el contrario, si halla en el libro un estilo proporcionado a su genio, u
otras cosas que a los principios le contentan, dice que el libro es
bueno, y es lo mejor que se ha escrito. De este modo se hacen muchas
criticas, y las hacen hoy sugetos de buena recomendacion; pero fuera
facil mostrar que se hacen con manifiesta precipitacion de juicio. A
veces la precipitacion del juicio es muy peligrosa, porque ocasiona
errores enormes. Oimos una palabrita a un hombre que miramos con odio,
y luego la interpretamos y echamos en mala parte, y el otro tal vez la
ha dicho con sana intencion. En el juicio que algunos hacen de los
libros sucede lo mismo, porque tal proposicion, que por si sola puede
parecer mala, acom
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