culto del Dios que
veneramos.
[Nota a: Joann. _cap. 19. vers. 30._]
[Nota b: _Act. cap. 15. vers. 28. & 29._]
[23] Nuestro PEDRO CIRUELO compuso una Obra excelente sobre el uso y
significacion de los ritus y ceremonias Eclesiasticas. Despues trato
este punto el Cardenal BARONIO. El Autor del precioso libro: _Methodus
legendorum Ecclesiae Patrum_, explico muy bien este asunto, y
ultimamente el Papa Benedicto Decimoquarto en su Obra _de Sacrificio
Missae_. MIDLETON hizo un viage a Roma para impugnar mas a su gusto las
ceremonias de la Iglesia Catolica. Iba bien preocupado de las
turbulentas prevenciones de su Pais en materias de Religion. La
Filosofia gentilica era su guia, y en lugar de librarse de las
preocupaciones, se arraigo mas en ellas, y disparo un escrito contra las
ceremonias lleno de agitacion y de amargura. Si antes de tomar la pluma
hubiera leido de espacio los Autores citados, que han profundado esta
materia, y hubiera pesado las razones con buenas noticias de la
Teologia, se hubiera hallado mas bien dispuesto a tratar este punto, y
pudiera haberse gobernado con mejor Logica.
[24] El mayor argumento que creen hacer los Sectarios contra las Sagradas
Escrituras es la contrariedad, que ellos hallan entre los Misterios
Sagrados y los milagros con la razon; pues siendo esta de Dios, y no
pudiendose contradecir, no se han de tener por reveladas las cosas que
se oponen a ella: de aqui deducen, que no ha de haber mas que la
Religion natural; es decir, la que alcanza el hombre por la naturaleza
gobernada de la razon, y que lo demas es fingido y arbitrario. Este es
el sistema dominante de nuestros dias, explicado con el nombre de
_Naturalismo_, y el mas pernicioso, porque el _Atheismo, Deismo_, y
_Materialismo_ caminan con sus errores a cara descubierta: los
_Naturalistas_ los siguen con disimulo. No se les cae de la boca el
adorable nombre de Dios: explican algunos de sus soberanos atributos:
aprueban muchas de sus divinas perfecciones, que es todo lo que alcanza
la flaca razon; pero lo demas, que se sabe por pura revelacion, lo
niegan todo, que es lo mismo que destruir de todo punto la Religion[a].
Ya hemos visto que la razon no basta para conocer, amar y adorar a Dios
dignamente: que la revelacion es necesaria para acompanar y dirigir la
razon a fin de caminar con acierto: resta mostrar ahora que los
mysterios y milagros que las Sagradas Escrituras nos proponen no son
contrarios a la razon. Confesamos que
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