, o tratado de la educacion es un
sistema tan fingido y arbitrario para la formacion de un nuevo mundo
civil, como el de Cartesio para la fabrica de un nuevo mundo fisico. La
instruccion de Mr. Roseaux se reduce a haberse versado en algunos puntos
de los Escritores Griegos y Romanos, cuyos pensamientos vierte despues,
unas veces como suyos, otras refiriendose a su original. Como ha
procurado publicar sus pensamientos con un estilo brillante, interpolado
de maximas _saltantes_; esto es, desencadenadas, pero metidas para
agradar, y con el agrado introducirse mas bien en el corazon de los
lectores incautos; de ahi ha nacido el que no le hayan faltado
alabadores. Discretamente se compara este Escritor al Alquimista, que
buscando vanamente el remedio universal, halla con sus maniobras otros
remedios, que se le ofrecen sin pensar en ello, los quales, sin tener
conexion con el objeto principal, si se aplican debidamente, pueden ser
de alguna utilidad. Mr. Roseaux, preocupado con sus vanos sistemas, y
caminando en ellos con suma preocupacion, ha dexado en el camino caer
algunas cosas, que pueden ser utiles. En su _Emilio_ ha impugnado a los
Materialistas, cosa que por venir de esta mano puede servir para hacer
frente a esta casta de Sectarios.
[35] Haciendo poco caso de la Religion revelada, que no podia componer
con su imaginario sistema de la educacion, la fuerza de la verdad le
obligo a explicarse de esta manera: "Yo os confieso (le dice a su
Emilio) que la magestad de las _Escrituras_ me tiene admirado, la
santidad del _Evangelio_ habla a mi corazon. Veras los libres de los
Filosofos con toda su pompa iquan pequenos son al lado de este! ?Puede
ser que un libro que al mismo tiempo es tan sublime y tan simple, sea
obra de los hombres? ?Puede suceder que aquel de quien habla esta
Historia no sea mas que un hombre? ?Es este el lenguage de un
_entusiasta_, o de un ambicioso sectario? iQuanta dulzura, quanta pureza
en sus costumbres! iquanta gracia penetrante en sus instrucciones!
iquanta elevacion en sus maximas! iquan profunda es la sabiduria de sus
discursos! ique juicio tan firme, que delicadeza, que exactitud en sus
respuestas! iquanto dominio sobre sus pasiones! Donde esta el hombre,
donde esta el sabio que sabe obrar, padecer, y morir sin flaqueza y sin
ostentacion.... Mas ?donde Jesus habia tomado de los suyos esta moral
elevada y pura, de que el solo ha dado las liciones y el exemplo? Desde
el seno del fanatismo mas fur
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