erdades sobrenaturales estan incluidas en las
Sagradas Escrituras, asi del Viejo, como del Nuevo Testamento, y en las
tradiciones de los Apostoles propagadas hasta nosotros. La Iglesia
Catolica solamente es la fiel depositaria de las verdades reveladas; y
las divinas Letras junto con las tradiciones Apostolicas no se han de
recibir por otro conducto, estando hoy demostrado con tanta claridad
como las proposiciones de la Geometria, que solo la Iglesia Catolica es
la verdadera Iglesia de Jesu-Christo, y que a ella sola pertenece
manifestar las verdades sobrenaturales reveladas. Asi como contra la
buena Logica hay sofistas, y embrolladores que la corrompen, lo mismo
sucede en la Religion verdadera. Unos manteniendo el ser fundamental de
ella, la vician y destruyen en sus partes. Asi lo hacen los hereges,
que, sin negar el adorable nombre de Jesu-Christo, no se conforman en
algunos articulos con la Iglesia Catolica, en quien este Divino
Legislador deposito su doctrina. Otros, como quien corta el arbol por el
tronco, o le arranca de raiz, niegan de todo punto la Religion
Christiana, porque niegan la Fe a las santas Escrituras y a las
tradiciones Apostolicas. Los Socinianos, Ateistas, Deistas,
Materialistas, Naturalistas, y otros sectarios de esta naturaleza, que
hoy cunden mucho, pertenecen a esta clase. Los Padres antiguos, unos con
escritos _polemicos_, otros con apologias rechazaron eficacisimamente
esta casta de enemigos del nombre Christiano, puesto que ya entonces los
habia como ahora, y no hacen los del tiempo presente otra cosa que
renovar los errores envejecidos y olvidados; y siendo tanta la
abundancia de escritos con que los Padres, y Doctores de la Iglesia han
impugnado a toda suerte de sectarios, seria del caso que algun Teologo,
valiendose de ellos, y adornando sus maximas con los atractivos del
siglo presente, los publicase, para que viese todo el mundo que estos
modernos quieren lucirse entre los incautos con pensamientos viejos,
rechazados con invencibles argumentos. Los hombres son tales, que aun la
doctrina mas solida no la reciben si no les da gusto, y por eso conviene
de tiempo en tiempo vestirla con los adornos del siglo, pues que de
ellos solos gustan los que no aman la verdad por ella misma, sino por
los atractivos con que anda vestida. El exemplo de SANTO THOMAS, que lo
hizo asi, puede ser norma a todo Teologo.
[3] En nuestros tiempos no han faltado escritores excelentes que han
demostrado las verda
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