as son, sino segun las
entendieron, como lo han notado con sagaz advertencia los que no se
dexan sorprender de las novedades[c]. Juntense todas las maneras
gentilicas y barbaras de adorar la Divinidad, y cotejense con la
dignidad y pureza del culto que prescriben las Sagradas Letras, y se
vera que aquellas vienen de los hombres, estas de Dios. No es de poca
consideracion el empeno con que las Santas Escrituras condenan la
idolatria, y ensenan a reconocer y adorar un solo Dios, para entender
que asi como el culto de muchos Dioses nacio de la ignorancia y malicia
de los hombres, el conocimiento y adoracion de un solo Dios verdadero,
Hacedor de todas las cosas, viene del Cielo.
[Nota a: Acost. _Hist. de las Ind. lib. 7. cap. 2. pag. 453_.]
[Nota b: Cumberl. _Ley Natur. Discurs. prelimin. Sec.. 2. pag. 3. y 4_.]
[Nota c: _Vease_ Valsecchi _lib I. cap. 9. Sec.. 2. y sig. pag. 122_.]
[18] Todas estas consideraciones hacen, no una demostracion, sino un
cumulo de demostraciones, claras, evidentes, y certisimas, de la Divina
inspiracion de los Libros Sagrados. En efecto, PEDRO BAYLE, sin embargo
de su Pyrrhonismo, no se atrevio a negar que las Santas Escrituras
llevan consigo los caracteres de la Divinidad[a]. A todo esto debe
anadirse la creencia y autoridad de la Iglesia, que es indefectible. La
Iglesia Christiana empezo con el mundo. En el Viejo Testamento estuvo en
figura. Cumpliose todo en Jesu-Christo, a quien se enderezaban las
promesas de Dios, los votos de los Patriarcas, las predicciones de los
Profetas, y la creencia del Pueblo encubierta en las ceremonias legales.
Esta Iglesia, continuada desde el principio del mundo hasta nuestros
dias, sin interrupcion, con una misma creencia, reconociendo un mismo
Reparador del genero humano, un mismo Mesias libertador de su Pueblo,
mirandolo en la Ley antigua como prometido y venidero: adorandolo en la
Ley nueva como el Autor de la salud y Redentor, en quien se han cumplido
todas las promesas y vaticinios, es un cuerpo sin igual en todo el Orbe;
cuyo nacimiento, continuacion, perpetuidad, duracion, verdad, y
permanencia, propuestas y explicadas en las Escrituras del Viejo
Testamento, y confirmadas en el Nuevo con tan relevantes pruebas de
conexion, enlace, orden y credibilidad, que no hacen mas certeza las de
la Geometria, arguyen evidentemente un origen divino, una sabiduria
infinita, y una mano sumamente poderosa que la sostiene. ?Que Nacion
hay, o Provincia, o Reyno, qu
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