e los beodos. Los exercicios literarios de
argueir y responder con forma sylogistica, segun se usa en las Escuelas,
son admirables para arraigar en el entendimiento las ciencias, y hacer
que permanezcan. El probar la _mayor_ de un sylogismo, o la _menor_ con
otro sylogismo, es preciso hasta que se llegue a conocer la buena, o
mala constitucion de la doctrina que se intenta introducir.
[138] En un libro se pueden resumir muchas proposiciones en una,
poniendo la prueba de manera que las incluya a todas; pero esto con la
viva voz no se puede hacer, porque se distrae mucho el entendimiento, y
se le escapa la vista de lo principal. El estilo que se guarda en muchas
partes de hacer una licion de puntos, y responder a dos argumentos es
muy bueno, porque la licion es un razonamiento seguido con que el
candidato manifiesta que esta instruido en la materia; pero los enganos
y apariencias, que, como diximos, suele haber en tales razonamientos
seguidos, se descubren con los argumentos que hacen los contrarios, y
con el modo de responder y satisfacer a ellos; y fuera conveniente que
en todas las Escuelas se introduxese la loable costumbre de la de
Valencia, donde el respondiente, concluido el argumento del contrario,
le resume y le satisface solo, y de espacio, para que el concurso
conozca que ha entendido la dificultad, que se ha hecho cargo de ella, y
se vea, si la solucion, o satisfaccion que da, es cumplida, puesto que
en la seguida del argumento no se puede esto conocer con tanta claridad.
El leer con el papel en la mano la disertacion, o discurso que uno ha
trabajado sobre los puntos que se le dieron, arguye muy poco saber y
amor al descanso, porque no hay cosa mas facil en qualquiera asunto con
mediana instruccion, que componer un discurso que parezca lo que no es,
y leerle sin trabajo ninguno: por el contrario para decirlo de memoria
es menester estar muy radicado en la materia, tener prontas las
especies, y estar expedito en el uso de las pruebas y argumentos, las
quales cosas son necesarias en los que han de ser Maestros de la
juventud. Dicen que este estilo mas es prueba de _memoria_, que de
saber, y que se han visto hombres muy sabios, que por falta de la
memoria se han perdido, o parado en las liciones de puntos. Yo no puedo
creer, que a los verdaderos sabios les suceda esto, porque estos no se
atan a la letra de la licion estudiada, y les sucede lo que dice
HORACIO:
... _Cui lecta potenter erit res,
Nec facundia de
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