o ya hemos dicho. Como por si mismos en este estado
alcanzan poco, miran a sus padres como unicos Maestros; y como estan
sujetos a ellos, les sujetan tambien el entendimiento, porque en esto
tiene gran parte la autoridad. Reciben, pues, como regla infalible lo
que los padres les dicen, y muchisimo mas lo que les ven hacer; porque
dice muy bien HORACIO, que mayor y mas pronta impresion hacen las cosas
que se presentan a los ojos, que las que excitan al oido[a]. Por otra
parte se ha de considerar, que los ninos no son capaces de distinguir
con toda claridad si lo que los padres les amonestan es bueno, o malo, y
asi lo siguen ciegamente por la autoridad y respeto con que los miran.
[Nota a: _Segnius irritant animos demissa per aures,
Quam quae sunt oculis subjecta fidelibus._
Horat. _Art. Poet. v. 108._]
[65] Por todas estas razones han de cuidar con suma solicitud los padres
que quieren educar bien a sus hijos, no hacer delante de ellos cosa que
no sea buena y capaz de producir loables impresiones en la imaginacion
de ellos, y por otra parte han de empezar muy temprano a ensenarles los
principios y maximas de la Religion Christiana, junto con lo que pueda,
segun es su capacidad, ilustrar la razon. Este punto es importantisimo
al publico, y yerran muchisimos padres en la crianza de los hijos,
porque no consideran que su imaginacion es contagiosa, y que los hijos
la reciben y se forman a su modelo. PLUTARCO escribio un Tratado _de la
educacion de los hijos_, y en nuestros tiempos vemos muchos libros que
tratan christianamente tan importante asunto, y creo yo que el poco
fruto que se saca de tales escritos, nace de que los padres no
consideran que la principal leccion para educar bien sus hijos, consiste
en obrar ellos mismos loablemente, en hablar delante de los hijos con
modestia, en mostrarlos con su exemplo lo que es feo y lo que es
abominable, lo que deben seguir y evitar, y de este modo la imaginacion
de los ninos se va llenando de imagenes y de senales, que en llegando al
uso de la razon, le sirven de fundamento para razonar con juicio. Lo
mismo que hemos dicho de los padres ha de entenderse de todos los que se
hallan al rededor de los ninos; y es bien cierto, que los padres que no
pondran cuidado en la familia, y en el buen exemplo de sus domesticos,
nunca lograran buena crianza en sus hijos.
[66] Tambien es contagiosa la imaginacion de los Maestros respecto de
los discipulos, porque la atenci
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