ud; y no
hay que dudar, que si los Poetas supieran hacerlo, tal vez lo
conseguirian mejor que algunos Oradores, porque los hombres se inclinan
mas a lo bueno, si se les propone con deleyte, y esto hace la Poesia
halagando el oido. Ha de saber el Poeta la Politica, la Economica, la
Historia sagrada y profana. Ha de saber evitar la frialdad en las
agudezas: ha de ser entendido en las lenguas: ha de saber las reglas de
la Fabula y de la invencion. Ha de conocer la fuerza de las Figuras, y
en especial de las Traslaciones. Ha de hablar con pureza y sin
afectacion: y en fin ha de tener presentes las maximas que propone
ARISTOTELES en su _Poetica_, y saber poner en practica los preceptos que
han usado los mejores Poetas. Pero hoy vemos que todo el arte se reduce
a equivocos frios, a frases, afectadas, a pensamientos ingeniosos, sin
ensenanza ni doctrina; y aun hay Poetas celebrados, que no observan
ninguna de las reglas que propone HORACIO en su _Arte Poetica_, y no
adquieren el nombre sino por la poca advertencia de los que lo juzgan, y
porque ellos mismos dicen que son excelentes Poetas[b]. Descendiera en
esto mas a lo particular, si no temiera conciliarme la enemistad de
muchos alabadores de los Poetas recientes.
[Nota a: _Vere mihi hoc videor esse dicturus, ex omnibus iis, qui in
harum artium studiis liberalissimis sint doctrinisque versati, minimam
copiam Poetarum egregiorum extitisse._ Cic. _de Orat. lib. I. pag.
255._]
[Nota b: _Nunc satis est dixisse: Ego mira poemata pango_. Hor. _Art.
Poet. v. 416_.]
[76] Siendo, pues, cierto, que el juicio ha de gobernar al ingenio para
que este aproveche, sera necesario saber, que los que profesan las Artes
y Ciencias no deben tener otro fin, que aprender, o ensenar la verdad y
el bien, y que toda la fuerza del ingenio ha de ponerse en descubrir
estas cosas, y esclarecerlas para evitar el error y la ignorancia. Bien
puede el ingenio buscar a veces lo deleytable, pero ha de ser con las
reglas que prescribe el juicio, y haciendolo servir solamente para que
con mayor facilidad se alcance lo verdadero, y se abrace lo bueno. Segun
estos principios, han de desecharse todas las obras de ingenio que
deleytan y no ensenan, y que ponen toda su fuerza en agudeza
superficial, que no dura sino el tiempo que se leen, u oyen[a].
[Nota a: _Nihil est infelicius, quam in eo in quo minimum proficias,
plurimum laborare_. Menk. _Charl. p. 224._]
[77] La memoria si no esta junta con buen juic
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