tilidad;
y el que lea la censura que a ella ha puesto el Dr. AGUSTIN SALES,
Presbitero en Valencia, no le pesara de su trabajo, por ser digna de
leerse, y estar escrita por uno de los eruditos principales de nuestra
Espana. Feyjoo conocio ya algunos defectos de los viandantes de estos
tiempos, y los explico con estas palabras: "Aun despues que el Mundo
empezo a peregrinarse con alguna libertad, y no hubo tanta para mentir,
nos han traido de lo ultimo del Oriente fabulas de inmenso vulto, que se
han autorizado en innumerables libros, como son las dos populosisimas
Ciudades Quinzai y Cambalii: gigantes entre todos los Pueblos del Orbe:
el opulentisimo Reyno del Catay al Norte de la China: los Carbunclos de
la India: los Gigantes del Estrecho de Magallanes; y otras cosas de que
poco ha nos hemos desenganado[a]".
[Nota a: Feyjoo _Teat. Crit. tom. 5. disc. I. Sec.. 3. n. 10_.]
[95] Suele preocuparse el juicio frequeentemente en las cosas de piedad y
Religion. Ha creido uno quando era nino, que el Santuario de su tierra
es un seminario de milagros, que un Peregrino formo la Imagen que en el
se venera, y que no puede disputarsele, o la prerrogativa de tocarse por
si misma la campana, o de aparecer tal dia florecillas, u otras cosas
maravillosas, con que Dios le distingue entre muchos otros. Algunos
dexan correr estas relaciones, porque dicen son piadosas, aunque en
parte sean falsas. Mas yo quisiera que se descartaran quando no estan
bien averiguadas, porque nuestra santisima Religion es la misma verdad,
y no necesita de falsas preocupaciones para autorizar su creencia. De
esto hablaremos mas adelante. Lo que toca ahora a nuestro proposito es,
que estas cosas creidas con anticipacion ocasionan despues mil guerras,
y discordias entre los Escritores, que quieren, o defenderlas, o
impugnarlas.
[96] La letura de algun Autor suele causar fuertes preocupaciones[a].
Hay uno que en su juventud ha leido continuamente a SENECA, y despues no
hay perfeccion que no halle en este Filosofo, y todos los demas no han
hecho cosa notable; ni ya se oira de su boca otra cosa que lugares de
Seneca, maximas morales sueltas y descadenadas. En este asunto tengo
por cierta especie de felicidad preocuparse de un Autor bueno, porque
aunque no lo sea tan universalmente como le hace creer la preocupacion,
por lo menos ya en algunas cosas no le ocasiona error. Por esto ha de
cuidarse, y es punto esencial de la buena crianza, en no dexar leer a
los muc
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