ndo estaba paseandose, para rechazar a
Zenon que decia, que no habia movimiento.
[3] De lo dicho se deducen dos cosas certisimas, y es necesario
observarlas para no caer en el error. La primera es, que el que quiera
asegurarse de la verdad por la experiencia, ha de cuidar mucho en hacer
los experimentos con exactitud, y con las debidas precauciones para que
no se engane. La segunda es, que los hombres que alegan a su favor la
experiencia, no han de ser creidos hasta que conste que en el exercicio
de los experimentos pusieron el cuidado que es necesario para no
enganarse. iO! dicen algunos, Fulano es gran Medico, porque tiene ya
muchos anos de practica. No hay que dudar, que si la experiencia de
muchos anos en la Medicina es racional, y fundada en buenos
experimentos, hara un gran Medico, porque Hippocrates no lo fue sino por
la larga y racional experiencia; pero en esto se detienen pocos, y
llaman experiencia el visitar mucho tiempo a los enfermos, como si fuese
lo mismo hacer experimentos y observaciones, que hacerlas bien. El mismo
juicio ha de hacerse de aquellos, que toda su vida han vivido en
perpetuo ocio sin cultivar la razon, ni aplicarse a los estudios, y no
obstante por solos sus anos y por sola su experiencia quieren forzar a
todos a seguir su dictamen. En contradiciendoles, luego se enfurecen, y
gritando dicen: _Yo tengo mucha experiencia de esto, Vmd. es mozo, y ha
visto poco_. Estos por lo ordinario son hombres de cortisimas luces, y
la multitud de sucesos los ofusca, no los alumbra; y si caen una vez en
el error, son incorregibles[a].
[Nota a: _Vel quia nihil rectum, nisi quod placuit sibi, ducunt; Vel
quia turpe putant parere minoribus; & quae Imberbes didicere, senes
perdenda fateri_. Hor. _Epist. lib. 2. ep. I. v. 83_.]
[4] Suponiendo, pues, que algunas veces nos enganamos por los sentidos,
y que haciendo buen uso de ellos alcanzamos la verdad, explicare esto
con un poco mas de extension para que todos queden enterados como han de
portarse en este asunto. No hay ninguno, que, si hace un poco de
reflexion, no pueda conocer por si mismo, que alguna vez se ha enganado
con la vista. Si un hombre esta en un navio quieto, y desde el mira a
otra nave que se mueve, luego le parece que se mueve tambien la suya, y
se lo hiciera creer la vista si no le desenganara la razon. Todos los
dias vemos al Sol y a la Luna de una magnitud, sin duda mucho menor de
lo que son en realidad, y aun en el Orizonte, esto es,
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