entranas. En
esta combinacion de leyes, que son los principios por donde se ha de
resolver la queestion, es preciso atender a las mas urgentes y necesarias
por la maxima primitiva _de acudir a lo mas preciso sin despreciar lo
demas quando hay lugar_; y siendo mas necesaria la conservacion propia,
y la del feto, que la mortificacion que se intenta con el ayuno,
prefiere el entendimiento las leyes naturales a las Eclesiasticas, y
resuelve que la muger prenada no esta obligada al ayuno. Si una madre
criando a su propio hijo padece mucha quiebra en la salud, o esta en
peligro de padecerla, ?se duda si ha de continuar? Por una parte esta el
amor natural de los padres, y la ley que dicta la obligacion de
sustentar a sus hijos: por otra esta la ley de la caridad que ha de
empezar por uno mismo. El hijo ya nacido es proximo, bien que en esta
linea es el mas inmediato y mas cercano; el que esta en el vientre de la
madre es como parte de ella. Los mismos principios que eximen a la muger
prenada del ayuno, eximen tambien a la que ha parido de criar a su hijo,
quando hay dano manifiesto en su propia conservacion. A este modo han de
reducirse todas las dudas a sus principios; y por el enlace que tienen
las cosas y los negocios conviene instruirse en las maximas
fundamentales de la razon y de las Artes; y quando esto no pueda hacerse
asociar a si peritos ingenuos, que con candor muestran las conexiones de
las cosas con los fundamentos de la razon en cada materia. Asi que el
Letrado, que no sabe mas que las leyes, no puede resolver por si solo
con acierto los casos que llevan adherentes de Fisica, Medicina,
Politica, Agricultura y otras Artes. Lo mismo ha de entenderse del
Teologo y Canonista, debiendo todos aplicar sus luces a lo que
entienden, y valerse de otros en lo que necesiten, que esto y mucho mas
merece la verdad y los beneficios que han de esperarse de ella.
[50] Los afectos del animo, que inseparablemente acompanan a las
opiniones, estorban el buen uso de ellas. El amor propio, que incita al
hombre a no reconocer superior, le hace creer que lo que piensa es lo
mejor y mas acertado: cada uno sostiene sus opiniones como verdades
fundamentales, y no da oidos a ninguno que piense de otra manera. Como
aborrecemos todo lo que nos es contrario, de ahi nacen los odios y
enemistades entre los de opiniones opuestas, y de estos las injurias,
venganzas, y otros males gravisimos que cada dia tenemos a la vista en
los profesores de tod
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