lesiasticas
deben mantenerse las voces que la Iglesia ha adaptado, aunque no sean
puramente latinas, porque lo contrario seria no entender lo que la
Iglesia nos propone, siendo asi que por mantener la doctrina y
disciplina de los mayores ha tenido por preciso conservar los mismos
vocablos con que ellos la ensenaron. Asi que es nimiedad reprehensible
de algunos preciados de Gramaticos mudar las voces _Angelus_ en
_Genius_: _Eucharistia_ en _sanctissimum frustulum: Spiritus sanctus_ en
_aura Zephyri coelestis_: _Deum immortalem_ en _Deos immortales_:
_Ecclesia_ en _respublica sacra_: _Apostolos_ en _duodecim viros_:
_Sacramenta_ en _sacra symbola_: _Excommumcatio_ en _dira
proscriptio,&c._ ERASMO en el Dialogo que intitula _Ciceronianus_
satiriza muy bien a estos afectados imitadores de CICERON; y NOLTENIO,
sin embargo de ser su instituto desterrar las voces barbaras del idioma
Latino, hablando de esto despues de haber vituperado esta nimiedad,
dice: _Retineamus vocabula illa sacra, neque cum profanis illis,
nihilque sacri habentibus, gentium a Dei vera cognitione alienarum
sacris misceamus & confundamus_[a]. Es digno de leerse contra estos
Gramaticos MARCO ANTONIO MURETO, que los convence de estultos e impios
por afectacion de latinidad, sin embargo de haber sido uno de los
mayores promovedores de la pureza del Latin, y haberle hablado con
perfeccion[b]. JACOBO PERIZONIO dice con poca reflexion, que los
Teologos del Concilio de Trento con politica no quisieron admitir a los
Gramaticos para interpretar las Sagradas Escrituras, porque conocian que
estos las habian de explicar de diversa manera de la que ellos querian,
puesto que no deseaban alcanzar el verdadero sentido de las palabras,
sino el que se acomodaba a sus doctrinas[c]. A THEOPHRASTO, sin embargo
de haber merecido por su eloqueencia que le llamasen la _Musa atica_, le
dixo en publico una Verdulera, _que no sabia hablar_. Los Padres del
Concilio no se juntaron para cosas gramaticales, sino para establecer y
definir la doctrina de la Iglesia. Esta doctrina esta en las Santas
Escrituras, y en las Tradiciones Apostolicas que han conservado los
antiguos Padres. Siguiendo estos caminos segurisimos rechazaron los
errores, y dexaron sentada la verdad con los mismos vocablos con que la
Iglesia desde su origen los proponia a los Fieles. Para dar esta
doctrina nunca se consultaron Gramaticos que la puliesen con sus
vocablos y nimiedades, pues los Escritores Sagrados primero
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