el
cuello, apartando los bucles como si fueran plumas, y los otros la
arrastraron de una sola pierna hasta la cocina, donde esa manana se
habia desangrado a la gallina, bien sujeta, arrancandole la vida
segundo por segundo.
Mazzini, en la casa de enfrente, creyo oir la voz de su hija.
--Me parece que te llama--le dijo a Berta.
Prestaron oido, inquietos, pero no oyeron mas. Con todo, un momento
despues se despidieron, y mientras Berta iba a dejar su sombrero,
Mazzini avanzo en el patio:
--iBertita!
Nadie respondio.
--iBertita!--alzo mas la voz, ya alterada.
Y el silencio fue tan funebre para su corazon siempre aterrado, que la
espalda se le helo de horrible presentimiento.
--iMi hija, mi hija!--corrio ya desesperado hacia el fondo. Pero al
pasar frente a la cocina vio en el piso un mar de sangre. Empujo
violentamente la puerta entornada, y lanzo un grito de horror.
Berta, que ya se habia lanzado corriendo a su vez al oir el angustioso
llamado del padre, oyo el grito y respondio con otro. Pero al
precipitarse en la cocina, Mazzini, livido como la muerte, se
interpuso, conteniendola:
--iNo entres! iNo entres!
Berta alcanzo a ver el piso inundado de sangre. Solo pudo echar sus
brazos sobre la cabeza y hundirse a lo largo de el con un
ronco suspiro.
#LOS BUQUES SUICIDANTES#
Resulta que hay pocas cosas mas terribles que encontrar en el mar un
buque abandonado. Si de dia el peligro es menor, de noche no se ven ni
hay advertencia posible: el choque se lleva a uno y otro.
Estos buques abandonados por a o por b, navegan obstinadamente a favor
de las corrientes o del viento, si tienen las velas desplegadas.
Recorren asi los mares, cambiando caprichosamente de rumbo.
No pocos de los vapores que un buen dia no llegaron a puerto, han
tropezado en su camino con uno de estos buques silenciosos que viajan
por su cuenta. Siempre hay probabilidad de hallarlos, a cada minuto.
Por ventura las corrientes suelen enredarlos en los mares de sargazo.
Los buques se detienen, por fin, aqui o alla, inmoviles para siempre
en ese desierto de algas. Asi, hasta que poco a poco se van
deshaciendo. Pero otros llegan cada dia, ocupan su lugar en silencio,
de modo que el tranquilo y lugubre puerto, siempre esta frecuentado.
El principal motivo de estos abandonos de buque son sin duda las
tempestades y los incendios que dejan a la deriva negros esqueletos
errantes. Pero hay otras causas singulares
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