a la tiple.
--Es toda una hermosa mujer--dijo el general con la seguridad y el
acento convencido de un inteligente.
--iOh!--exclamo Calderon.
--Pues yo encuentro a la Tosti bastante ordinaria, ?no le parece a
usted, Clementina?
Esta corroboro la especie.
--No diga usted eso, marquesa; el que una mujer sea alta y gruesa no
indica que sea ordinaria, si tiene arrogancia en el porte y distincion
en las maneras--se apresuro a decir el general, echando al mismo tiempo
una miradita a la senora de Calderon.
--Ni yo sostengo eso, general; no tome usted el rabano por las
hojas--manifesto la marquesa con extraordinaria viveza, atacando despues
con brio y un poquillo irritada la gracia y buen talle de la tiple.
Generalizose la disputa, y sucedio lo contrario que en la anterior. Los
caballeros se mostraron benevolos con la cantante mientras las senoras
le fueron hostiles. Pinedo la resumio, diciendo en tono grave y solemne,
donde se notaba, sin embargo, la socarroneria:
--En la mujer, las buenas formas son mas esenciales que en el hombre.
Clementina y el general cambiaron una sonrisa y una mirada
significativas. La marquesa miro al pulcro caballero con dureza y
despues se volvio rapidamente hacia sus hijas, que seguian con los ojos
bajos, en la misma actitud rigida y silenciosa de siempre. Pinedo
permanecio grave e indiferente, como si hubiese dicho la cosa mas
natural del mundo.
--Pues yo, amigo Pinedo, creo que los hombres deben tener tambien buenas
formas--manifesto la panfila senora de Calderon.
Al decir esto se oyo un resuello debil, como de risa reprimida con
trabajo. Era la ultima nina de la marquesa de Alcudia, a quien su mama
dirigio una mirada pulverizante. La fisonomia de la nina volvio
instantaneamente a su primitiva expresion timida y modesta.
--Es una opinion ...--respondio Pinedo, inclinandose respetuosamente.
Este Pinedo, que ocupaba uno de los cuartos terceros de la misma casa
propiedad de Calderon, desempenaba un empleo de bastante importancia en
la Administracion publica. Los vaivenes de la politica no lograban
arrancarle de el. Tenia amigos en todos los partidos, sin que se hubiese
jamas decidido por ninguno. Hacia la vida del hombre de mundo; entraba
en las casas mas aristocraticas de la corte; trataba familiarmente a la
mayoria de los personajes de la banca y la politica; era socio antiguo
del _Club de los Salvajes_, donde se placa en bromear todas las noches
con los jovenes aristoc
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