ra el hombre de iniciativa y de brio, el que concebia los proyectos;
Cepeda resolvia los detalles y las dificultades practicas.
Menchaca, cuando se instalo en Cadiz, tuvo la veleidad de poner casa a
una muchacha de Puerto Real, y de pasear con ella en coche y regalarla
trajes y joyas.
Entonces fue cuando se comenzo a hablar de que Hortensia se entendia con
el socio de su marido, con Cepeda. Yo nunca lo crei. Menchaca era, como
te he dicho, un exaltado, casi un loco, y al oir que su mujer le
enganaba se enamoro de ella nuevamente. Menchaca ya era viejo. Tendria
cerca de cincuenta anos, y un hombre de cincuenta anos que se enamora es
como el caballo de un coche simon que se desboca. Menchaca abandono a la
muchacha de Puerto Real y comenzo a vigilar a su mujer.
Ella estaba ofendida profundamente; el, celoso y sombrio, no quiso pedir
explicaciones ni reconocer su culpa, considerando este reconocimiento
como un agravio a su dignidad; una palabra a tiempo hubiera reconciliado
a los esposos; pero ninguno de ellos quiso pronunciarla. La hostilidad
entre los dos se hizo cada vez mayor. Comian separados y no se veian ni
se dirigian la palabra.
En esto, estaban concluyendo en Portsmouth una fragata para la Sociedad
Vasco-Andaluza; no le faltaba mas que algunos detalles. Menchaca fue a
Inglaterra a recogerla. No se si sabras que, cuando se construye un
buque, se hace un libro o cuaderno que se entrega por el constructor al
primer oficial que lo manda.
--Si, lo se. Se llama _pliego de historia_, y en el se anotan cuantas
circunstancias se han observado en la construccion.
--Exacto. Pues cuando le entregaron el _pliego de historia_ del barco y
leyo el nombre, Menchaca estuvo a punto de tener una congestion.
--iDemonio! ?Como se llamaba el barco?
--La _Bella Vizcaina._
--?Nuestra fragata?
--La misma, pilotin, la misma. Y alguien encontro que la sirena del
mascaron de proa tenia las facciones de la hermosa Hortensia.
--iBah!
--Fantasias que se inventan. Menchaca desde entonces quedo mas sombrio
que nunca. No era posible que a Cepeda se le hubiese ocurrido aquella
idea de bautizar asi el barco, con el fin de mortificar a su socio. El
pensamiento partio seguramente de ella.
La situacion del matrimonio seguia dificil y sin mejorar, cuando un dia
Menchaca, jugando con unas pistolas, no se sabe si inadvertida o
intencionadamente, se pego un tiro en la sien y cayo muerto.
Al ano Hortensia celebro su matrimonio
|