mas remotas de
San Luis, las cuales estan a las orillas del mismo Rio Grande,
limite antiguo de division entre las tierras guaranis y
portuguesas, que se veia un trozo de enemigos portugueses, que
ya habian pasado el rio en algunas barcas y canoas, y que en un
bosque vecino habian construido dos grandes galpones, y que
tenian tambien muchos caballos y armas. Habiendo yo sido
llamado, marche al socorro de los estancieros de los
circunvecinos campos y de otros pueblos, y tambien para que se
transfiriese a tiempo a aquel parage el egercito que habia
salido de los pueblos contra los invasores, y estar asi
apercibidos para resistir unanimemente a todos los enemigos.
5. Tambien se esparcio por entonces cierta voz, que asi como
alegro los animos de los soldados, los encendio y levanto a
esperanzas de mayores cosas. Decia esta, que doce carros con
alguna gente, pertrechos y caballos, habian pasado el Rio
Uruguay, en el paso que llaman _de las Gallinas_, pero que por
los confederados barbaros, Charruas y Minuanes, parte habian
sido heridos, parte dispersos y muertos: que los animales habian
sido retirados lejos y los carros quemados. Parece que dicho
rumorcillo no era del todo vano: porque, volviendo un alcalde de
Santo Angel de las tierras de sus estancias, lo contaba asi como
lo habia oido a algunos de los confederados vencedores, que
acababan de llegar.
6. Alegres y alentados con uno y otro aviso, se alistaron nuevos
reclutas; y despues de haberse fortalecido con el sacramento de
la penitencia y de la eucaristia, por espacio de tres o cuatro
dias, 200 del pueblo de Santo Angel, (porque a estos amenazaba
el peligro de mas cerca) revolvian las antiguas memorias, de que
pocos anos antes por este mismo camino, cierto portugues habia
penetrado hasta su pueblo, a quien, aunque los estancieros
compatriotas conocian, ahora sospechaban que fuese espia.
Tambien salieron armados casi 200 de cada uno de los otros
pueblos, y hallaban 100 del pueblo de Santo Tome en el mismo
sitio haciendo yerba, y 60 del de San Lorenzo juntos en la misma
faena, que con los estancieros vecinos componian un ejercito de
casi 1,200 hombres.
7. Mientras se preparaban a esta expedicion el domingo de
Septuagesima, (era muy de manana) uno me hablo en nombre del
capitan del ejercito, y pidio fuese con ellos por procurador y
medico espiritual. Me escuse de esta carga por
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