al tiempo que se exploraban estas cosas, mas no se
juzgo fuese senal del enemigo que estuviese vigiando. Tambien se
vio en el campo, de esta parte del rio, entro una alta maciega,
algo que corria velozmente: se sospecho que fuese espia del
enemigo, pero otros mas probablemente la juzgaron avestruz.
Despues de visperas, se hallo que ya no habia para el sustento
del ejercito mas que un poco de cecina cocida, de modo que no
habia viveres sino para un dia, por la ninguna providencia que
acostumbran los indios. Se mando que al dia siguiente se
depachase un mensagero a traer reses, y que entretanto se
diminuyese la racion a la tropa. Esta disposicion, sinembargo,
no podia ser bastante para que el ejercito por algunos dias no
padeciese hambre. En el sitio de la vigia o atalaya se mantuvo,
con algunos soldados escogidos, el mismo capitan Sepe,
miguelista.
34. Entro la noche con un horrible aspecto hacia el sud: toda
estuvo frigidisima, y tambien el dia siguiente, 27 de Abril: con
todo volvieron los exploradores que habian ido por una y otra
parte. Estos digeron, que no se veia en la frontera movimiento
ninguno del enemigo. Aquellos aseguraron que el vado que se
habia hallado no estaba muy distante de los rios, ni del sitio
del enemigo. Al amanecer, pues, se arrimo hacia alli todo el
ejercito, y abriendo camino con las hachas, por medio del
bosque, que esta de una y otra parte, se movieron al mediodia
los reales hacia aquel sitio, dejando atras solamente algunos
enfermos, con el custodio de sus almas, o sacerdote.
35. El dia 28 (Domingo) todo el ejercito se ocupo en armar un
puente, tal cual se hizo en el rio Lavatorio, aunque este era
mayor, y necesito el trabajo de todo un dia. Entretanto,
llevaron todos los caballos a un valle, que con amenidad se
estiende por las riberas del rio Verde, y tambien hicieron pasar
alli al pastor de sus almas, con los demas, para que estuviesen
seguros. Al ponerse la luna, en lo mas intempestivo de la noche,
marcharon contra el pago de los Portugueses, avanzaron a cuatro
casas, mataron dos negros, habiendose escapado en el bosque
inmediato dos portugueses con sus mugeres, los que de alli
fueron a la fortaleza a dar noticia del enemigo que los
acometia: tambien quitaron al enemigo una partida de caballos
que pasteaban en aquel mismo lugar, quedando muerto un
Lorenzista. Demas de esto, al amanecer se acercaron
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