rano prohibia con mas rigor se trabajasen las
fabricas de polvora que ya tenia entredichas: no se dejo piedra
por mover, y lo que es mas, interponiendose la ayuda y arte del
P. Provincial. Estaba empenado dicho Altamirano en remover del
lugar y oficio al Cura de San Juan, a quien por falsas
denuncias, y por su pasion, lo tenia entre ojos, porque le
atribuia toda la resistencia de los indios. Mas sus feligreses,
oponiendose otra vez, como lo habian hecho en otras ocasiones,
decian que ellos no sufririan que se le quitasen del todo, hasta
tanto que ellos recibiesen los preceptos de la boca del P.
Provincial, y que le pudiesen proponer las razones que militaban
por la parte contraria. Se frustro, pues, por tercera vez
el proyecto.
62. Se divulgaron tambien por este tiempo en los pueblos varios
escritos y cartas, que habian sido introducidas ocultamente, y
se les interceptaron parte a los Portugueses, parte a los
Espanoles, y mesclados a estos los indios: las cuales todas
manifestaban que el ejercito portugues estaba intimidado
sumamente, y que no aflojaba la resistencia y obstinacion de los
indios en defender sus tierras. Aunque se portaban amigablemente
en los reales enemigos, y se mostraban blandos o tratables, esto
lo hacian con doblez o intencion danada, porque cuantos salian
de los reales con pretesto de contrato, morian
irremediablemente, y no perdonaban a nadie, aunque fuese
desertor: y por esto los Espanoles se quejaban de que el trato
de los Portugueses era doloso, o nada sincero; y los
Portugueses, de haberles los indios protestado y dicho
claramente que jamas verian sus pueblos.
63. Corria la voz, que habia llegado a Montevideo un navio de
Espana, y se esperaba que traeria alegres noticias: pero el _run
run_ mezclaba una cosa bien sensible, y era que el P.
Provincial, acerrimo defensor de los afligidos, habia acabado su
trienio de gobierno, y se preparaba a volver a su provincia del
Peru, de la cual habia venido. No faltaban quienes afirmasen (no
se sabe si por sospecha o algun rumor, o si se fingio
maliciosamente) que Altamirano habia de tomar el gobierno, mas
no se dio credito a tan clara mentira.
64. En el pueblo de Santa Maria iban las cosas de mal en peor,
porque el cura fue a la Candelaria. Concluidos algunos negocios
del pueblo, siguieron los principales y pidieron al
vice-Superior otro cura, mas por la penuria
|