ios con mayor fervor movia las
cosas de la guerra, habiendo sido llamados para unirse los
Paraguayos: mas ellos poco animo mostraban para emprender esto.
Tambien los vecinos de Santa Fe con mas eficacia negaban poder
dar ellos otra vez tropas auxiliares, aunque el teniente de
Gobernador se obstinaba en ello. No obstante de principiar ya
Marzo, no se sentia movimiento alguno. La ciudad de Buenos Aires
padecia graves males; es a saber: hambre e invasiones de los
gentiles, que habitaban hacia el sur: en una de las cuales
perdieron 30 carretas, que iban a las Salinas, con crecido
numero de gente que fue muerta, ni con todo eso se arrepentian:
y aunque claramente esperimentaban que la divina justicia estaba
por la causa de la Compania, en nada se enmendaban por eso;
antes bien con mas dureza se empenaban en odios contra la
Compania, y la llenaban de quejas, achacando a los Jesuitas ser
causa de todos los males y revoluciones.
67. De Lisboa se divulgo tambien un verdadero aviso, que el
primer Ministro de aquella Corte, y familiar del Rey, habia
caido al mismo tiempo que en Espana aquel principal Ministro,
por un caso inopinado, y habia sido enviado del mismo modo que
el otro, y que todo el Consejo real desde entonces andaba
vacilando, y estaba dividido en diversos dictamenes; y por esto
ya se creia, que todo este tratado se volveria en humo. Acabado
Marzo, los Espanoles pedian se difiriese la expedicion para el
estio, porque seria entonces menos molesta a las tropas, y mejor
para los animales. Por tanto se suspendio, y en todos los tres
meses no se oia casi hablar de otra cosa que de los aprestos de
guerra, y alistamiento de soldados, de los cuales no obstante
venian pocos, y con tibieza.
68. Entretanto todos los pueblos de los indios, y tambien
nuestros colegios en las ciudades de los espanoles, imploraban
con mayor confianza el patrocinio de los Santos, e instaban con
oraciones: y especialmente por este tiempo sobrepujo a todos el
Colegio de la ciudad de Santa Fe, dedicando y ofreciendo al
taumaturgo de Bohemia, San Juan Nepomuceno, una funcion el dia
de su fiesta: y cumplio sus votos con una solemnidad, que casi
no habra habido en estas tierras otra mayor: porque en la
iglesia se erigio un altar hecho por mano de los indios, y con
grande aplauso, concurso y devocion de toda la ciudad, coloco en
el una grande y elegante estatua, que habi
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