de presidio a sus tierras y
de impedimento al enemigo, si las infestasen. Se decia que los
de la Cruz habian acometido las estancias de los espanoles
Taraguis, o Correntinos; y habiendo hecho huir los vecinos, les
habian quitado un gran numero de caballos y otros animales.
Corria la voz de que los Nicolasistas tambien habian traido
cautivas algunas mugeres del rio de Santa Lucia; y aunque ya el
termino de la transmigracion se pasaba, ni el ano para acabarse
distaba del 15 de Julio mas que una semana, no se sentia
movimiento alguno del enemigo, aunque corria un falso rumorcillo
que los Espanoles habian esparcido, de que unos exploradores
espanoles habian entrado hasta los sembrados de un pueblo, y que
habian hallado desamparados los campos, y vacio el mismo pueblo:
que tambien los Portugueses no distaban de San Angel mas que
veinte leguas; sin que por el mismo tiempo faltasen varias
cartas secretas, las cuales daban indudable esperanza de que
pasaria la tempestad. Treinta Luisistas armados, con el capitan
del pueblo, salieron contra los Portugueses que estaban en el
rio Verde, para mudar sus centinelas por causa del invierno, que
con las lluvias todo lo inundaba. Cuarenta Lorenzistas asimismo
se fueron a los ultimos terminos de sus tierras, a fabricar un
propugnaculo en el castillo del mismo rio Phacido, volviendose
otros tantos en lugar de aquellos. Fueron tambien enviados
exploradores, rio Uruguay arriba, porque hacia aquella parte se
vieron estos dias humear los campos, a ver si por ventura por
aquella parte se quisiese explicar el enemigo. Entretanto, vino
antes de ayer un cierto espanol, que decia tenia orden para
averiguar ?porque los indios eran tratados como esclavos y no
como libres, diciendo que la corte le habia dado esta comision?
Pero no enbalde se creia impostura o fabula, porque no mostraba
nada de su potestad por escrito, como despues se vio claramente:
sobre todo, porque no buscaba otra cosa que hacer trato, porque
deseaba vender una gran cantidad de hierro por precio bastante
bajo, y pedia a estos pueblos muchos caballos, vacas y bueyes
para la guerra. Pero fue en vano, porque los indios, azorados
con la guerra, antes buscaban ellos caballos y mulas que
comprar, que darlas a vender. Cuando sucedian estas cosas, Junio
se pasaba, y la fama descaramente mentia, o fingia, que 3,000
Espanoles habian salido de Buenos Aires, y otros t
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