se la habia tragado el
mar. Contaron ademas, que entre los soldados se iba entrando la
peste, de camaras de sangre y viruelas; tambien por este tiempo
corria el rumor, y no falso, de que seis espanoles habian
llegado de Buenos Aires con nueve cartas, al pago de San Pedro,
que es de los de Yapeyu; mas que los estancieros, habiendoles
quitados las cartas, habian muerto tres, salvandose los demas
con la huida, y estaba entre los muertos un hijo de un regidor,
que es ahora, y en otro tiempo fue Teniente General de la Ciudad
de las Corrientes, como se supo por las cartas del padre, que
inconsideradamente pedia se le diese sepultura eclesiastica, y
los arreos del caballo.
48. Con mas lentitud que lo que convenia, tomaban las armas los
indios, cuando el enemigo amenazaba seriamente. Juntaronse los
capitanes Lorenzistas y Miguelistas, eligieron otra vez otro del
mismo pueblo en el oficio de teniente y supremo capitan, sucesor
de Alejandro que habia sido muerto, y despues del dia de San
Miguel recojieron las tropas. Entretanto llego un aviso cierto,
que los Portugueses se habian apoderado de las colonias del rio
Yaguy, y que intentaban pasarlo; y que, habiendo hecho senal con
un canon de los mayores, llamaban a los indios para que
hablasen, se entregasen y sugetasen. Pero ellos en nada menos
pensaban que en esto, porque, apareados todos en uno, reusaban,
o no querian entregar las tierras de sus antepasados en manos de
un enemigo que les habia sido siempre pernicioso. No obstante
habia cierto fundamento, no se si verdadero o falso, que el
teniente de San Lorenzo, quien gobernaba la partida de
presidarios de dicho pueblo en las vecinas estancias, habia
llevado a los reales de Gomez Freire los dos sobredichos
espanoles, y que en ellos estaba detenido en rehenes. Mas
despues se supo que habian errado en la parte segunda o
posterior, porque el dicho teniente, habiendo hablado con los
Portugueses, y habiendoles ofrecido libremente entrada a sus
tierras, les dio mucho ganado para su alimento, pero con el fin
o estratagema, que luego que saliese el Portugues a las campanas
abiertas de aquellas tierras, de entre las espesuras del bosque,
cercados por los de San Luis, (porque los indios pueden pelear a
caballo con increible destreza, siendo los del Brasil torpes en
este genero de milicias) los atacase la caballeria de los indios
en sus tierras, y tambien
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