io, pero que era detenido por las
lagrimas del Monarca: y que finalmente, con los estimulos de su
conciencia, se habia visto obligado a declararle cada cosa de
por si. Asi lo dicen las cartas escritas por el mismo confesor
del Rey, dirigidas al digno Superior de Misiones.
40. Que cosa dicho navio haya traido a los gobernadores de estas
provincias, acerca de este iniquisimo tratado, no se sabe; pero
es cierto haberse entonces convenido por entrambas partes en la
isla de Martin Garcia; aunque mucho antes estaba destinada para
esto, y haberse alli acordado, que a 15 de Julio el ejercito
espanol hostilizase, sugetase y obligase a obedecer los mandatos
al pueblo de San Nicolas, y el Portugues, al de San Angel. Llego
esta sentencia a mediado de Mayo, y tambien con esta, de parte
del Comisionado general, una nueva amenaza del ultimo
exterminio; y finalmente, por la importunidad de este, fue
sacada por fuerza del Provincial de la provincia la declaracion
de estar muerta o perdida toda esperanza. No obstante, llego
tambien un secreto aviso del mismo Provincial, por segura y
duplicada via, que se dirijia particularmente, y habia de
intimarse a los que fuesen capaces de secreto: que no se
arredrasen con estas amenazas, ni aun con las suyas, aunque
pareciese no tenian limite, porque eran vanos y brutales todos
estos rayos, y que no habian espirado del todo las esperanzas
que se tenian, antes bien que estaba muy cerca el
remedio.--Anadia a estas cosas una carta de un cierto asesor del
consejo, que decia: "Que todo este aparato de la junta de la
isla de Martin Garcia, y las amenazas hechas, eran patranas o
chismes." Fortalecidos con este aviso, los enemigos Uruguayenses
esperaban la feral sentencia, cuando se ponian amarillos, se
turbaban y se consumian con el miedo los del Parana. Pero esta
jamas vino, estando ya Junio muy avanzado. Se sospecho entonces
que habia sido suprimida, y que, pareciendo del todo frustranea
o vana su intencion, por no ser expedida del Consejo, tambien
habia peligro que no hubiese sido pillada y extraviada por los
indios, conmoviese sus animos, levantasen nuevas tropas, y las
concitasen contra el mismo Provincial, exasperando y echando a
perder todas las cosas.
41. La gente de Yapeyu avisaba aun, que 160 familias del mismo
pueblo se habian ido al Rio Negro, otras tantas al paso de las
Gallinas, o al rio Gueguay, a servir
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