: ya se le indicaba como
conspirador, y mas de una vez se vio amenazado por gentes que pretendian
conocerle o le conocian en efecto.
Todos los que le conocian de vista en los circulos patrioticos le
llamaban _Coletilla_, apodo elaborado en la barberia de Calleja, algunos
dias despues del famoso aditamento que puso el Rey al discurso de la
Corona. Aquel apendice literario, que tan mal efecto produjo, era
designado en el pueblo con la palabra _Coletilla_. La idea de que Elias
era amigo del Rey, unio en la mente del pueblo la persona del fanatico y
aquella palabra: los nombres que el pueblo graba en la frente de un
individuo con su sello de fuego, no se borran nunca. Asi es que Elias se
llamaba asi, para todo el mundo.
Sus pocos amigos unicamente se cuidaban bien de nombrarle asi.
Concluiremos consagrando un recuerdo a uno de los principales heroes de
este capitulo. Nuestro amigo don Pablo Bragas murio en Ateca a los
noventa y un anos de edad, de calenturas gastricas, debidas al doble
efecto de un hartazgo de salpicon y de un constipado que cogio
examinando la conjuncion de Arcturus con Marte en una noche de Enero.
Desde entonces la astronomia esta en Ateca en lastimosa decadencia.
CAPITULO V
#La companera de Coletilla#.
En Diciembre de 1808 militaba Elias, como hemos dicho, en una partida
que habia levantado en Segovia el Empecinado. Tuvieron varios
encuentros con los franceses, hasta que Soult, que salio en persecucion
de Moore, encontro a los guerrilleros y les hizo retroceder hacia
Valladolid; de alli siguieron avanzando hacia el Norte y llegaron hasta
Astorga. Elias se quedo en Sahagun con unos cuantos hombres, dispuestos
a organizar alli una partida considerable que hostilizara a Ney en su
salida de Galicia.
En Sahagun habia un coronel segoviano que, habiendose casado alli, vivia
retirado del servicio militar. Era hombre de elevado caracter, de mucho
corazon y de bien cultivada inteligencia; habia sido muy rico, pero
deparole el cielo o el infierno una esposa que ni de encargo hubiera
salido tan discola, intratable y antojadiza. El pobre militar hacia
cuanto era imaginable para dominar el caracter de aquel basilisco, en
quien parecian haberse reunido todas las malas cualidades que la
naturaleza suele emplear en la elaboracion de las mujeres. Empezo por
hacerse excesivamente devota, y tal era su mojigateria, que abandonaba a
su marido y su casa para pasarse todo el santo dia entre monjas
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