a antigua.
La variedad de formas y de aparejos era extraordinaria. Todavia se veian
en los puertos, alternando con los bergantines y las fragatas vulgares,
las carabelas turcas, las saicas greco-romanas, las polacras venecianas,
las urcas de Holanda, los sindalos tunecinos y las galeotas toscanas.
Todavia en el mundo habia piratas, todavia habia negreros, males todos
?quien lo duda?, peligros que obligaban al marino a tomar ante los
hechos una actitud gallarda. Todos estos riesgos exaltaban la
imaginacion, aumentaban el valor, daban el pensamiento de luchar contra
el mal y de vencerlo.
A la gran barbarie del mar correspondia la barbarie de su servidor el
marino; a la brutalidad del elemento salobre, la brutalidad humana. En
aquella epoca, un marino volvia a su rincon con un anillo en la oreja,
una pulsera en la mucheca y una cacatua o una mona en el hombro.
Un marino, entonces, era algo extrasocial, casi extrahumano; un marino
era un ser para quien la moral ofrecia otros aspectos que para los demas
mortales.
--Te preguntaran cuanto has hecho--decian los padres a sus hijos, que se
lanzaban a la aventura--, no como lo has hecho.
Y los hijos se hundian en los abismos de la vida intensa, sin
preocupaciones ni escrupulos. La madre casualidad los llevaba por sus
ignorados derroteros; el Destino, en su misterioso molde, vaciaba esta
humanidad y sacaba intrepidos mareantes o feroces negreros, exploradores
audaces o vendedores de chinos.
Para aquellos hombres, la moral era una cuestion de paralelo. El mar era
el mas grande escenario de los crimenes y violencias de los hombres.
Hoy, el mar ha cambiado, y ha cambiado el barco, y ha cambiado tambien
el marino. De aquellas airosas arboladuras que tanto nos entusiasmaban,
no quedan mas que esos palos cortos para sostener los vastagos de las
poleas; de aquellas maniobras complicadas, nada se conserva.
Antes, el barco de vela era una creacion divina, como una religion o
como un poema; hoy, el barco de vapor es algo continuamente cambiante
como la ciencia ... una maquinaria en eterna transformacion.
Antes, el capitan era un personaje sabio, un tirano de un poder
inaudito, un hombre que tenia que bastarse a si mismo; hoy es un
especialista injerto en un burocrata.
Hoy, es la maquina la impulsadora del barco, algo exacto, matematico,
medido; antes, era el viento, algo caprichoso, impalpable, fuera de
nosotros. "Llevamos el Angel de la Guarda en la lona de nuestras v
|