; usted es un gentleman, y
su buen aspecto, asi como lo que llevamos inquirido acerca de su pasado,
han sido la causa de que le perdonemos la vida ... por el momento.
Las palabras del sabio le fueron revelando todo lo ocurrido en esta
tierra extraordinaria desde el atardecer del dia anterior. Los escasos
habitantes de la costa le habian visto aproximarse, poco antes de la
puesta del sol, en su bote, mas enorme que los mayores navios del pais.
La alarma habia sido dada al interior, llegando la noticia a los pocos
minutos hasta la misma capital da la Republica. Los miembros del Consejo
Ejecutivo habian acordado rapidamente la manera de recibir al visitante
inoportuno, haciendole prisionero para suprimirlo a las pocas horas. Los
aparatos voladores del ejercito salian a su encuentro una vez cerrada la
noche. El Hombre-Montana pudo vagar a lo largo de la costa sin
tropezarse con ningun habitante, porque todos los riberenos se habian
metido tierra adentro por orden superior.
Al verle tendido en el suelo, empezo el asedio de su persona. El
manotazo a la primera maquina volante que le habia explorado con sus
luces, asi como la curiosidad de Gillespie, que le permitio descubrir
por encima del bosque todas las evoluciones de la flotilla luminosa,
aconsejaron la necesidad de un ataque brusco y rapido.
Dos sabios de laboratorio y su sequito de ayudantes, llegados de la
capital en varios automoviles, se encargaron del golpe decisivo,
pinchandole en las munecas y en los tobillos con las agudas lanzas de
unas mangas de riego. Asi le inocularon el soporifico paralizante.
--Es verdaderamente extraordinario--continuo el profesor--que haya
conocido usted el nuevo sol que ve en estos instantes. Estaba acordado
el matarle, mientras dormia, con una segunda inyeccion de veneno, cuyos
efectos son muy rapidos. Pero los encargados del registro de su persona
se apiadaron al enterarse de la categoria a que indudablemente pertenece
usted en su pais. Le dire que yo tuve el honor de figurar entre ellos, y
he contribuido, en la medida de mi influencia, a conseguir que las altas
personalidades del Consejo Ejecutivo respeten su vida por el momento.
Como la lengua de todos los Hombres-Montanas que vinieron aqui ha sido
siempre el ingles, el gobierno considero necesario que yo abandonase la
Universidad por unas horas para prestar el servicio de mi ciencia. Ha
sido una verdadera fortuna para usted el que reconociesemos que es un
gentleman.
Gilles
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