os.
De una obra cinematografica americana que obtiene exito en el mundo
entero llegan a venderse por termino medio doscientas copias. Es lo que
se llama, en lenguaje de libreria, "una mediana tirada". De estas copias
Francia compra tres o cuatro para "pasarlas" en sus diversos cinemas;
Espana tres; Italia tres o dos, etc. La Gran Bretana, que es la mayor
compradora de Europa, adquiere once o quince para la metropoli y sus
colonias.
En total: de las doscientas copias, los Estados Unidos consumen ellos
solos ciento veinte, y las ochenta restantes son para los demas pueblos
de la tierra. Asi se comprende que los cinematografistas americanos, sin
salir de su pais, puedan cubrir todos sus gastos, que son inauditos, y
realizar ganancias. El producto del resto del mundo es para ellos a modo
de una propina.
Despues de saber esto, reconocera el lector que el cinematografo solo
puede ser americano, y que la suprema aspiracion de todo novelista que
desee triunfos en el "septimo arte" consiste en abrirse paso alla ... si
es que puede, pues la empresa no resulta facil.
* * * * *
Pero volvamos a la explicacion del origen de este libro.
Como mi novela _Los cuatro jinetes del Apocalipsis_ ha sido convertida
en _film_--mas extenso y costoso de todos los que se conocen hasta el
presente, y el cual obtiene en los Estados Unidos un exito que durara
anos--, recibi de Nueva York, como ya he dicho, el encargo de escribir
un relato novelesco que pudiera servir para una obra cinematografica de
"interes y novedad".
Asi produje EL PARAISO DE LAS MUJERES.
Esta historia fantastica, que se despega por completo de mis novelas
anteriores, no ha nacido verdaderamente ahora, pues data de los tiempos
de mi infancia.
Desde que lei, siendo nino, los _Viajes de Gulliver_, el recuerdo de
Liliput y sus pequenos habitantes se fijo para siempre en mi memoria.
Muchas veces me pregunte, en aquellos anos ya remotos: "?Que habra
ocurrido en Liliput despues que se marcho el heroe de Swift?..." Y me
entretenia imaginando a mi modo los diversos episodios de la historia
contemporanea de los pigmeos.
Ahora, en la madurez de mi vida, he intentado otra vez rehacer la
historia moderna de Liliput, pero como puede realizarlo la fantasia de
un hombre, menos optimista y generosa que la de un nino.
Esto de imaginarse una humanidad mas pequena que la nuestra, con
nuestros mismos defectos y preocupaciones, como si fuese cont
|