,
santa mia, no llores, paloma....
Pero Carmen se repuso valerosa, enjugo su llanto con mano firme, alzo la
frente y dijo con serenidad:
--?Para que ir a Luzmela si aqui tambien esta Dios?... Mira, alli tengo
mi Nino Jesus...; vino una sombra una noche y me lo puso feo; pero es
Dios...; tiene el vestido sucio y el pelo enmaranado...; pero es
Dios....
La anciana sirviente repuso atontecida:
--Nina, Dios no tiene la cara fea ni la ropa sucia.... ?que disparates
cuentas?
Y, levantandose, fuese a mirar la imagen sostenida en la rinconera.
--iAve Maria!--murmuro--: vaya un santo...; isi parece un "enemigo"!...
?Y que sombra le puso asi?
--La de Julio....
-iValgame Cristo! Tu vives entre herejes.... ?Y cuando dices que fue
eso, hijuca?
--Una noche....
Y la muchacha se quedo muda, obsesa en un pensamiento, llena la cara de
una tristeza remota. Tenia cruzadas sobre la falda con indolencia las
manos frias y palidas, y miraba a Rita con expresion apagada, con una
sonrisa mustia que causaba dolor.
Contemplandola la buena mujer, sintiose mas alarmada y condolida, y
corrio a decirle:
--Tu no estas bien aqui.... Tu te vendras "con nosotros"; es preciso
cuidarte y alegrarte. En esta casa no tienes bienestar ni carino.... Yo
creo que hasta padeces frio y hambre y sed....
La nina se levanto a su vez de la silla, fuese a la rinconera donde
estaba el santo, y tomo de ella un librito que tenia por registro la
hoja seca de una flor. Desplego aquella pagina senalada, y, con voz
lenta y dulce, leyo a la asombrada mujer:
_"Dadme, Senor, a comer el pan de mis lagrimas y a beber con abundancia
el agua de mis lloros...."_
Despues anadio:
--Esta es mi oracion de este dia...; ?como puedes suponer que yo tenga
hambre y sed, puesto que tengo lagrimas abundantes?...
Un poco mas tarde volvia Rita hacia Luzmela, sola y acongojada,
repitiendo:
--Esta poseida..., esta poseida ella tambien, lo mismo que su padre....
iDios lo remedie!...
II
Habia pisado Salvador la tierra de Francia con un impetuoso deseo de
atravesarla a escape en busca otra vez de la tierra espanola.
Dejo partir a Fernando solo, porque trataba de ocultarle su repentino
regreso, y en el muelle se despidieron con un abrazo cordial.
Iba Fernando a buscar el primer tren que saliera para Paris; Salvador
quedaba esperando que aquel tren partiera para tomar el inmediato en la
misma direccion.
Cuando ya los dos amigos se habian sepa
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