ron cerca de alli, i vieron, que tres
Indios, con Arcos, i Flechas, venian tras de el, llamandole, i el
asimismo llamaba a ellos por senas: i asi llego donde estabamos, i los
Indios se quedaron vn poco atras, asentados en la misma Ribera; i dende
a media hora acudieron otros cien Indios Flecheros, que agora ellos
fuesen grandes, o no, nuestro miedo les hacia parescer Gigantes, i
pararon cerca de nosotros, donde los tres primeros estaban. Entre
nosotros escusado era pensar que havria quien se defendiese, porque
dificilmente se hallaron seis, que del suelo se pudiesen levantar. El
Veedor, i Yo salimos a ellos; i llamamosles, i ellos se llegaron a
nosotros: i lo mejor que podimos, procuramos de asegurarlos, i
asegurarnos, i dimosles Cuentas, i Cascaveles, i cada vno de ellos me
dio vna Flecha, que es senal de amistad: i por senas nos dixeron, que a
la manana bolverian, i nos traerian de comer, porque entonces no lo
tenian.
_CAP. XII. Como los Indios nos truxeron de comer._
Otro dia, saliendo el Sol, que era la hora que los Indios nos havian
dicho, vinieron a nosotros, como lo havian prometido, i nos traxeron
mucho Pescado, i de vnas Raices, que ellos comen, i son como Nueces,
algunas maiores, o menores, la maior parte de ellas se sacan debaxo del
Agua, i con mucho trabajo. A la tarde bolvieron, i nos traxeron mas
Pescado, i de las mismas Raices, i hicieron venir sus Mugeres, i Hijos,
para que nos viesen; i ansi se bolvieron ricos de Cascaveles, i Cuentas,
que les dimos, i otros dias nos tornaron a visitar, con lo mismo que
estotras veces. Como nosotros viamos, que estabamos proveidos de
Pescado, i de Raices, i de Agua, i de las otras cosas que pedimos,
acordamos de tornarnos a embarcar, i seguir nuestro camino, i
desenterramos la Barca de la Arena, en que estaba metida, i fue
menester, que nos desnudasemos todos, i pasasemos gran trabajo para
echarla al Agua, porque nosotros estabamos tales, que otras cosas mui
mas livianas bastaban para ponernos en el; i asi embarcados, a dos tiros
de Ballesta dentro en la Mar, nos dio tal golpe de Agua, que nos mojo a
todos: i como ibamos desnudos, i el frio que hacia era mui grande,
soltamos los Remos de las manos: i a otro golpe que la Mar nos dio,
trastorno la Barca: el Veedor, i otros dos se asieron de ella para
escaparse, mas suscedio mui al reves, que la Barca los tomo debaxo, i se
ahogaron. Como la Costa es mui braba, el Mar de vn tumbo echo a todos
los otros embueltos
|