cinco, o seis de aquellos Indios, i dixo como havia hallado Casas
de Gente, i de asiento, i que aquella Gente comia Frisoles, i Calabacas,
i que havia visto Maiz. Esta fue la cosa del Mundo que mas nos alegro, i
por ello dimos infinitas gracias a Nuestro Senor, i dixo, que el Negro
vernia con toda la Gente de las Casas a esperar al camino, cerca de
alli; i por esta causa partimos, i andada legua i media topamos con el
Negro, i la Gente que venian a rescebirnos, i nos dieron Frisoles, i
muchas Calabacas para comer, i para traer Agua, i Mantas de Vacas, i
otras cosas. Y como estas Gentes, i las que con nosotros venian, eran
enemigos, i no se entendian, partimonos de los primeros, dandoles lo que
nos havian dado, i fuimonos con estos, i a seis leguas de alli, ia que
venia la noche, llegamos a sus Casas, donde hicieron muchas Fiestas con
nosotros. Aqui estuvimos vn dia, i el siguiente nos partimos, i
llevamoslos con nosotros a otras Casas de asiento, donde comian lo mismo
que ellos; i de ai adelante hovo otro nuevo vio, que los que sabian de
nuestra vida, no salian a rescebirnos a los caminos, como los otros
hacian, antes los hallabamos en sus Casas, i tenian hechas otras para
nosotros; i estaban todos asentados, i todos tenian bueltas las caras
acia la pared, i las cabecas baxas, i los cabellos puestos delante de
los ojos, i su hacienda puesta en monton en medio de la Casa; i de aqui
adelante comencaron a darnos muchas Mantas de Cueros, i no tenian cosa
que no nos diesen. Es la Gente de mejores cuerpos que vimos, i de maior
viveca, i habilidad, i que mejor nos entendian, i respondian en lo que
preguntabamos; i llamamos los de las Vacas, porque la maior parte que de
ellas mueren, es cerca de alli: i por aquel Rio arriba mas de cinquenta
leguas van matando muchas de ellas. Esta Gente andan del todo desnudos,
a la manera de los primeros que hallamos. Las Mugeres andan cubiertas
con vnos Cueros de Venado, i algunos pocos de Hombres, senaladamente los
que son viejos, que no sirven para la Guerra. Es Tierra mui poblada.
Preguntamosles, como no sembraban Maiz? respondieronnos, que lo hacian
por no perder lo que sembrasen; porque dos Anos arreo les havian faltado
las Aguas, i havia sido el tiempo tan seco, que a todos les havian
perdido los Maices los Topos; i que no osarian tornar a sembrar, sin que
primero hoviese llovido mucho: i rogabannos que dixesemos al Cielo que
lloviese, i se lo rogasemos, i nosotros se lo prometimos de hac
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