, i que este
es camino mui cierto, i otro no. Estos nos llevaron a vn Pueblo, que
esta en vn cuchillo de vna Sierra, i se ha de subir a el por grande
aspereca: i aqui, hallamos mucha Gente, que estaba junta, recogidos, por
miedo de los Christianos. Recibieronnos mui bien, i dierronos quanto
tenian, i dieronnos mas de dos mil cargas de Maiz, que dimos a aquellos
miserables, i hambrientos, que hasta alli nos havian traido; i otro dia
despachamos de alli quatro Mensageros por la Tierra, como lo
acostumbrabamos hacer, para que llamasen, i convocasen toda la mas Gente
que pudiesen; a vn Pueblo, que esta tres jornadas de alli; i hecho esto,
otro dia nos partimos con toda la Gente, que alli estaba: i siempre
hallabamos rastro, i senales adonde havian dormido Christianos; i a
medio dia topamos nuestros Mensageros, que nos dixeron, que no havian
hallado Gente, que toda andaba por los Montes escondidos, huiendo,
porque los Christianos no los matasen, i hiciesen Esclavos: i que la
noche pasada havian visto a los Christianos, estando ellos detras de
vnos Arboles, mirando lo que hacian, i vieron como llevaban muchos
Indios en Cadenas: i de esto se alteraron los que con nosotros venian, i
algunos de ellos se bolvieron, para dar aviso por la Tierra, como venian
Christianos, i muchos mas hicieran esto, si nosotros no les dixeramos
que no lo hiciesen, ni tuviesen temor: i con esto se aseguraron, i
holgaron mucho. Venian entonces con nosotros Indios de cien Leguas de
alli, i no podiamos acabar con ellos, que se bolviesen a sus Casas; i
por asegurarlos, dormimos aquella noche alli, i otro dia caminamos, i
dormimos en el camino; i el siguiente dia, los que haviamos embiado por
Mensageros, nos guiaron adonde ellos havian visto los Christianos; i
llegados a hora de Visperas, vimos claramente, que havian dicho la
verdad: i conocimos la Gente, que era de a Caballo, por las Estacas en
que los Caballos havian estado atados. Desde aqui, que se llama el Rio
de Petutan, hasta el Rio donde llego Diego de Guzman, puede haver hasta
el, desde donde supimos de Christianos, ochenta Leguas: i desde alli al
Pueblo donde nos tomaron las Aguas, doce Leguas; i desde alli, hasta la
Mar del Sur, havia doce Leguas. Por toda esta Tierra, donde alcancan
Sierras, vimos grandes muestras de Oro, i Alcohol, Hierro, Cobre, i
otros Metales. Por donde estan las Casas de asiento es caliente, tanto,
que por Enero hace gran calor. Desde alli acia el Mediodia, de la Tierra
qu
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