sta causa Yo no trataba el Oficio en
Invierno, por ser tiempo, que ellos mismos en sus Chocas, i Ranchos
metidos, no podian valerse, ni ampararse. Fueron casi seis Anos el
tiempo que Yo estuve en esta Tierra solo entre ellos, i desnudo, como
todos andaban. La racon por que tanto me detuve, fue por llevar conmigo
vn Christiano, que estaba en la Isla, llamado Lope de Oviedo. El otro
Companero de Alaniz, que con el havia quedado, quando Alonso del
Castillo, i Andres Dorantes, con todos los otros, se fueron, murio
luego; i por sacarlo de alli, Yo pasaba a la Isla cada Ano, i le rogaba,
que nos fuesemos a la mejor mana que pudiesemos en busca de Christianos,
i cada Ano me detenia, diciendo, que el otro siguiente nos iriamos. En
fin, al cabo lo saque, i le pase el Ancon, i quatro Rios, que ai por la
Costa, porque el no sabia nadar, i ansi fuimos con algunos Indios
adelante, hasta que llegamos a vn Ancon, que tiene vna legua de traves,
i es por todas partes hondo: i por lo que de el nos parescio, i vimos,
es, el que llaman del Espiritu Santo, i de la otra parte del vimos vnos
Indios, que vinieron a ver los nuestros, i nos dixeron, como mas
adelante havia tres Hombres como nosotros, i nos dixeron los nombres de
ellos; i preguntandoles por los demas, nos respondieron, que todos eran
muertos de frio, i de hambre: i que aquellos Indios de adelante, ellos
mismos por su pasatiempo havian muerto a Diego Dorantes, i a Valdivieso,
i a Diego de Huelva, porque se havian pasado de vna casa a otra; i, que
los otros Indios sus vecinos, con quien agora estaba el Capitan
Dorantes, por racon de vn sueno que havian sonado, havian muerto a
Esquivel, i a Mendez. Preguntamosles, que tales estaban los vivos?
dixeron nos, que mui maltratados, porque los Mochachos, i otros Indios,
que entre ellos son mui holgacanes, i de mal trato, les daban muchas
coces, i bofetones, i palos, i que esta era la vida que con ellos
tenian. Quesimonos informar de la Tierra adelante, i de los
mantenimientos que en ella havia, respondieron, que era mui pobre de
Gente, i que en ella no havia que comer, i que morian de frio, porque no
tenian Cueros, ni con que cubrirse. Dixeron nos tambien, si queriamos
ver aquellos tres Christianos, que de ai a dos dias los Indios que los
tenian venian a comer Nueces vna legua de alli a la Vera de aquel Rio: i
porque viesemos, que lo que nos havian dicho del mal tratamiento de los
otros era verdad, estando con ellos dieron al Companero mio d
|