esar:
trata solo de cobrar
el sosiego y la salud.
MARSILLA. Defienda provido el cielo 155
y premie con altos dones
los piadosos corazones
que dan al triste consuelo.
Tendra Zulima, tendras
tu siempre un cautivo en mi; 160
hermoso es el bien por si,
pero en una hermosa, mas.
Ayer, hoy mismo, ?cual era
mi suerte? Sumido en honda
carcel, estrecha y hedionda, 165
sin luz, sin aire siquiera;
envuelto en infecta nube
que humedo engendra el terreno;
paja corrompida, cieno
y piedras por cama tuve. 170
--Hoy ... si no es esto sonar,
torno a la luz, a la vida,
y espero ver la florida
margen del Guadalaviar,
alli donde alza Teruel, 175
senoreando la altura,
sus torres de piedra oscura,
que estan mirandose en el.
No es lo mas que me redima
la noble princesa mora: 180
el bien que me hace, lo ignora
aun la propia Zulima.
ZULIMA. Ella siempre algun misterio
supuso en ti, y asi espera
que me des noticia entera 185
de tu vida y cautiverio.
Una vez que en tu retiro
las dos ocultas entramos,
te oimos ... y sospechamos
que no es tu nombre Ramiro. 190
MARSILLA. Mi nombre es Diego Marsilla,
y cuna Teruel me dio,
pueblo que ayer se fundo,
y es hoy poderosa villa,
cuyos muros, entre horrores 195
de lid atroz levantados,
fueron con sangre amasados
de sus fuertes pobladores.
Yo creo que al darme ser
quiso formar el Senor, 200
modelos de puro amor,
un hombre y una mujer,
y para hacer la igualdad
de sus afectos cumplida,
les dio un alma en dos partida, 205
y dijo: "Vivid y amad."
Al son de la voz creadora,
Isabel y yo existimos,
y ambos los ojos abrimos
en un dia
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