ISABEL. Y ha muerto en pena
de serme infiel.
TERESA. Una mora, 635
que dicen que no era fea,
la esposa del reyezuelo
valenciano, buena pieza
sin duda, nos le quito.
ISABEL. iEn esto paran aquellas 640
ilusiones de ventura
que alimentaba risuena!
Conmigo nacieron iay!...
se van, y el alma se llevan.
Ese infausto mensajero, 645
?donde esta? Dile que vuelva.
MARGARITA. Si: yo le preguntare....
TERESA. Pues como nos de respuestas
por el estilo.... Seguidme.
(_Vanse Teresa y las criadas_.)
ESCENA XII
MARGARITA, ISABEL
ISABEL. ?Quien figurarse pudiera 650
que me olvidara Marsilla?
iQue sonrojo! iQue vileza!
Pero ?como ha sido, como
fue que no lo presintiera
mi corazon? No es verdad: 655
imposible que lo sea.
Se engano, si lo creyo,
la sultana de Valencia.
Solo por volar a mi,
quebrantando sus cadenas, 660
dejo sonar a la mora
con esa falaz idea.
Martir de mi amor ha sido,
que desde el cielo en que reina,
de su martirio me pide 665
la debida recompensa.
Yo se la dare leal,
yo defendere mi diestra:
viuda del primer amor
he de bajar a la huesa. 670
Llorar libremente quiero
lo que de vivir me resta,
sin que pueda hacer ninguno
de mis lagrimas ofensa.
No he de ser esposa yo 675
de Azagra: primero muerta.
MARGARITA. ?Tendras valor para?...
ISABEL. Si,
mi desgracia me le presta.
MARGARITA. ?Y si te manda tu padre?...
ISABEL. Dire que no.
MARGARITA. Si te ruega.... 680
ISABEL. No.
MARGARITA. Si amenaza....
ISABEL. Mil veces
no. Podran en hora buena,
de los cabellos asida,
arrastrarme hasta la igl
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