la que mostrais a un enlace,
que de seguro nos hace
a todos, merced no poca. 290
Noble sois; pero mirad
que quien su amor os consagra
es don Rodrigo de Azagra,
que goza mas calidad,
mas bienes: en Aragon 295
le acatan propios y ajenos,
y muestra, con vos al menos,
apacible condicion.
ISABEL. Vengativo y orgulloso
es lo que me ha parecido. 300
MARGARITA. Vuestro padre le ha creido
digno de ser vuestro esposo.
Prendarse de quien le cuadre
no es licito a una doncella,
ni hay mas voluntad en ella 305
que la que tenga su padre.
Hoy dia, Isabel, asi
se conciertan nuestras bodas:
asi nos casan a todas,
y asi me han casado a mi. 310
ISABEL. ?No hay a los tormentos mios
otro consuelo que dar?
MARGARITA. No me teneis que mentar
vuestros locos amorios.
Yo por delirios no abogo. 315
Idos.
ISABEL. En vano espere.
(_Sollozando al retirarse_.)
MARGARITA. iQue! ?llorais?
ISABEL. Aun no me fue
vedado este desahogo.
MARGARITA. Isabel, si no os escucho,
no me acuseis de rigor. 320
Comprendo vuestro dolor,
y le compadezco mucho;
pero, hija ... cuatro anos ha
que a nadie Marsilla escribe.
Si ha muerto....
ISABEL. iNo, madre, vive!.... 325
Pero ?como vivira?
Tal vez, llorando, en Sion
arrastra por mi cadenas,
quiza gime en las arenas
de la libica region. 330
Con aviso tan funesto
no habra querido afligirme.
Yo trato de persuadirme,
y sin cesar pienso en esto.
Yo me propuse aprender 335
a olvidarle, sospechando
que infiel estaba, gozando
caricias de otra mujer.
Yo escuche de su rival
los acentos desabridos, 340
y log
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