os, u operaciones de esta potencia se llaman
en Griego [Griego: Synesis]: en Latin _ratio_: en Castellano _razon_; y
conviene no confundir la _razon_ con el _raciocinio_, porque este es el
sylogismo que pertenece al ingenio, u potencia de combinar, y puede ser
bien o mal ordenado; no asi la razon, que siempre ha de ser justa, o
arreglada a lo que corresponde. Esta potencia, que es la mas superior de
la mente, la mas estimable, y la que mas se debe cultivar, tiene por
objeto inmediato los actos de las otras potencias ya explicadas, de modo
que mirandolos juzga sobre ellos. Quando se para porque no conoce ni
distingue bien su objeto en todas sus circunstancias, este acto se llama
_suspension de juicio_: quando contempla sus objetos, deteniendose en
examinarlos, _atencion_: quando juzga sobre ellos si son exactos,
ordenados, verdaderos, &c. _reflexion_: si despues de reflexionados se
asegura de sus propias determinaciones, se llama _conciencia_. El modo
que tiene de obrar es este: Hay ciertas verdades que pueden llamarse
fundamentales, porque estan plantadas en el alma, como veremos en el
capitulo siguiente, y son el fundamento del juicio, las quales son
tambien la razon primitiva que sirve para exercitarse esta potencia.
Qualquiera cosa es, o no es: es imposible que una cosa sea y no sea: las
cosas que son una misma con una tercera, son tambien unas mismas entre
si: de la nada, entre las cosas criadas, no se puede hacer nada: el todo
es mayor que su parte: si a cosas iguales se anaden cosas iguales, los
todos quedan iguales: y otras muchas proposiciones, que tienen una
firmisima certeza, sin que necesiten de probarse, porque todo el genero
humano esta convencido de ellas, son los fundamentos sobre que obra la
potencia de juzgar: y quando halla conformidad entre los actos de las
otras potencias, y estas proposiciones, asiente y descansa sobre ellas,
como que son entonces conformes a la razon, o, lo que es lo mismo, se
alcanza con la razon la union, conformidad y enlace de los actos
intelectuales con las maximas primitivas; al contrario si los halla
disconformes, distantes, y no componibles con las verdades
fundamentales, entonces disiente y los rechaza. Por eso nada le importa
tanto al hombre como ilustrar esta potencia y gobernar bien sus actos.
Los principios que para esto necesita, demas de los que llevamos
propuestos, son los que subministran como seguros las Artes y Ciencias.
La Religion le da maximas ciertas para juzga
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