consigo, acordamos de partir
de alli, i ir a buscar la Mar, i aquel Pueblo de Aute, que nos havian
dicho; i asi nos partimos, a cabo de veinte i cinco dias, que alli
havianos llegado. El primero dia pasamos aquellas Lagunas, i palos, sin
ver Indio ninguno: mas al segundo dia llegamos a vna Laguna de mui mal
paso, porque daba el Agua a los pechos, i havia en ella muchos Arboles
caidos. Ya que estabamos en medio de ella, nos acometieron muchos
Indios, que estaban abscondidos detras de los Arboles, porque no los
viesemos; otros estaban sobre los caidos, i comencaron nos a flechar, de
manera, que nos hirieron muchos Hombres, i Caballos, i nos tomaron la
Guia que llevabamos antes, que de la Laguna saliesemos; i despues de
salidos de ella, nos tornaron a seguir, queriendonos estorvar el paso,
de manera, que no nos aprovechaba salirnos a fuera, ni hacernos mas
fuertes, i querer pelear con ellos, que se metian luego en la Laguna, i
desde alli nos herian la Gente, i Caballos. Visto esto, el Governador
mando a los de Caballo, que se apeasen, i les acometiesen a pie. El
Contador se apeo con ellos, i asi los acometieron, i todos entraron a
bueltas en vna Laguna, i asi les ganamos el paso. En esta rebuelta huvo
algunos de los nuestros heridos, que no les valieron buenas Armas, que
llevaban; i huvo hombres este dia, que juraron que havian visto dos
Robles, cada vno de ellos tan grueso como la pierna, por baxo, pasados
de parte a parte de las Flechas de los Indios; i esto no es tanto de
maravillar, vista la fuerca, i mana con que las echan; porque Yo mismo
vi vna Flecha en vn pie de vn Alamo, que entraba por el vn geme. Quantos
Indios vimos desde la Florida aqui, todos son Flecheros, i como son tan
crescidos de cuerpo, i andan desnudos, desde lexos parescen Gigantes. Es
Gente a maravilla bien dispuesta, mui enjutos, i de mui grandes fuercas,
i ligereca. Los Arcos que vsan son gruesos como el braco, de once, o
doce palmos de largo, que flechan a docientos pasos, con tan gran
tiento, que ninguna cosa ierran. Palados que fuimos de este paso, de ai
a vna legua llegamos a otro de la misma manera, salvo que por ser tan
larga, que duraba media legua, era mui peor: este pasamos libremente, i
sin estorvo de Indios, que como havian gastado en el primero toda la
municion, que de Flechas tenian, no quedo con que osarnos acometer. Otro
dia siguiente, pasando otro semejante paso, Yo halle rastro de Gente,
que iba adelante, i di aviso de ello al Gover
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