ellos vn quarto de Legua de Agua, hallamos
la Barquilla de vn Navio puesta sobre vnos Arboles: i diez Leguas de
alli, por la Costa, se hallaron dos Personas de mi Navio, i ciertas
tapas de Caxas, i las Personas tan desfiguradas de los golpes de las
penas, que no se podian conoscer: hallaronse tambien vna Capa, i vna
Colcha hecha pedacos, i ninguna otra cosa parescio. Perdieronse en los
Navios sesenta Personas, i veinte Caballos. Los que havian salido a
Tierra, el dia que los Navios alli llegaron, que serian hasta treinta,
quedaron de los que en ambos Navios havia. Asi estuvimos algunos dias,
con mucho trabajo, i necesidad, porque la provision, i mantenimientos,
que el Pueblo tenia, se perdieron, i algunos Ganados: la Tierra quedo
tal, que era gran lastima verla: caidos los Arboles, quemados los
Montes, todos sin hojas, ni ierva. Asi pasamos, hasta cinco dias del Mes
de Noviembre, que llego el Governador con sus quatro Navios, que tambien
havian pasado gran Tormenta, i tambien havian escapado, por haverse
metido con tiempo en parte segura. La Gente, que en ellos traia, i la
que alli hallo, estaban tan atemoricados de lo pasado, que temian mucho
tornarse a embarcar en Invierno; i rogaron al Governador, que lo pasase
alli; i el, vista su voluntad, i la de los Vecinos, inverno alli. Diome
a mi cargo de los Navios, i de la Gente, para que me fuese con ellos a
invernar al Puerto de Xagua, que es doce Leguas de alli, donde estuve
hasta veinte dias del Mes de Hebrero.
_CAP. II. Como el Governador veno al Puerto de Xagua, i truxo consigo a
vn Piloto._
En este tiempo llego alli el Governador con vn Vergantin, que en la
Trinidad compro, i traia consigo vn Piloto, que se llamaba Miruelo:
havialo tomado, porque decia, que sabia, i havia estado en el Rio de las
Palmas, i era mui buen Piloto de toda la Costa del Norte. Dexaba tambien
comprado otro Navio en la Costa de la Habana, en el qual quedaba por
Capitan Alvaro de la Cerda, con quarenta Hombres, i doce de Caballo; i
dos dias despues que llego el Governador, se embarco, i la Gente que
llevaba eran quatrocientos Hombres, i ochenta Caballos, en quatro
Navios; i vn Vergantin. El Piloto, que de nuevo haviamos tomado, metio
los Navios por los Baxios, que dicen de Carnarreo, de manera, que otro
dia dimos en seco, i asi estuvimos quince dias, tocando muchas veces las
Quillas de los Navios en seco: al cabo de los quales, vna Tormenta del
Sur metio tanta Agua en los Baxios, que
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