mo con ardor el joven.--Dudaba
[5] que fueses perfecta; ahora ya se que lo eres.
Entro de subito la madre. Rosarito, que nada tenia que
contestar a las ultimas palabras de su primo, conocio, sin
embargo, la necesidad de decir algo, y mirando a su madre,
hablo asi:
[10] --iAh! se me habia olvidado poner la comida al loro.
--No te ocupes de eso ahora. ?Para que os estais ahi?
Lleva a tu primo a dar un paseo por la huerta.
La senora se sonreia con bondad maternal, senalando a
su sobrino la frondosa arboleda que tras los cristales
[15] aparecia.
--Vamos alla--dijo Pepe levantandose.
Rosarito se lanzo como un pajaro puesto en libertad hacia
la vidriera.
--Pepe, que sabe tanto y ha de entender de arboles--afirmo
[20] dona Perfecta,--te ensenara como se hacen los
ingertos. A ver que opina el de esos peralitos que se van
a trasplantar.
--Ven, ven--dijo Rosarito desde fuera.
Llamaba a su primo con impaciencia. Ambos desaparecieron
[25] entre el follaje. Dona Perfecta les vio alejarse, y
despues se ocupo del loro. Mientras le renovaba la comida,
dijo en voz muy baja, con ademan pensativo:
--iQue despegado es! Ni siquiera le ha hecho una
caricia al pobre animalito.
[30] Luego en voz alta anadio, creyendo en la posibilidad de
ser oida por su cunado:
--Cayetano, ?que te parece el sobrino?... iCayetano!
Sordo grunido indico que el anticuario volvia al conocimiento
de este miserable mundo.
--Cayetano.... 48
--Eso es... eso es...--murmuro con torpe voz el
sabio,--ese caballerito sostendra como todos la opinion
erronea de que las estatuas de Mundogrande proceden de
[5] la primera inmigracion fenicia. Yo le convencere....
--Pero Cayetano....
--Pero Perfecta.... iBah! ?Tambien ahora
sostendras que he dormido?
--No, hombre, ique he de sostener yo tal desatino!...
[10] ?Pero no me dices que te parece ese joven?
Don Cayetano se puso la palma de la mano ante la boca
para bostezar mas a gusto, y despues entablo una larga
conversacion con la senora. Los que nos han transmitido
las noticias necesarias a la composicion de esta historia,
[15] pasan por alto aquel dialogo, sin duda porque fue demasiado
secreto. En cuanto a lo que hablaron el ingeniero y
Rosarito en
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